jueves, 21 de agosto de 2008

CAPITULO II Jovencito, Bienvenido a la Familia

CAPITULO II Jovencito, Bienvenido a la Familia

La emoción de que las cosas cambiaran pronto y de que por lo tanto dejáramos las vacaciones. Vacaciones que habían durado el tiempo de crecimiento de Nessie, dado a que no habíamos hecho en todo este tiempo más que adaptarnos a los cambios que ella representaba, a los cambios que yo misma representaba, porque aunque había logrado contener la furia que seria propia de cualquier neófita, durante un tiempo, estuvo la duda latente de que en algún momento esa sed incontrolable podría despertar en mi. Habíamos viajado por Europa y Asia, la familia nos presentaba a mi hija y a mi, todo lo que ellos habían conocido juntos; era fascinante ver como Edward adoraba contarnos sus anécdotas de viajes, al igual que Carlisle, que siempre le daba a sus historias un tono educativo. Esme y Alice se dedicaban a realizar compras, por lo general ropa que usaríamos en una sola ocasión, y a remodelar nuestros hogares de paso; siempre con Jasper como compañía incapaz de alejarse de la pequeña y aparentemente indefensa mujer –Alice-. Emmett y Rose presumían de supuestas visitas turísticas, ninguno quiso cuestionar que era lo que realmente hacían, mas sin embargo, frecuentemente Emmett se reía delante de Edward, cuando se percataba de cómo cambiaba por completo la cara de este frente a sus pensamiento. Edward, Renesmee y yo procurábamos pasear y pasar la mayor cantidad tiempo juntos, parecíamos amigos del colegio, que viajaban al mejor estilo de mochileros; la diferencia de edad entre nosotros casi que ni se podía percibir. Nunca nos alejábamos mucho del resto de la familia.
En el viñedo, después de que agotaron la conversación, de volver a lo que solían hacer antes de los cambios, y después de que todo había quedado aparentemente listo, esperando únicamente el ejecútese, todos tomaron caminos distintos en la casa. Esme y Carlisle se quedaron en la estancia, recostados en el mueble, ella con su cuerpo contra el de él, leyendo un libro; Alice y Jasper se retiraron a su cuarto, Alice había empezado a hablar de que le gustaría llevarse de lo que tenia actualmente en su closet y prometió revisar también en el mío para ver que se podía rescatar- eso no me causaba emoción alguna-; Emmett y Rosaline salieron de caza, él había percibido en la mañana el aroma de unos osos que le gustaría “ver”. Me hubiese gustado no ser capaz de percatarme de todo lo que hacían los demás, pero era imposible con mis súper sentidos; Jake y Nessie salieron a los viñedos, hablando de cómo serian las cosas ahora que iban a poder estar juntos. Juntos, esa palabra sonaba para mi como una alarma, aunque debo reconocer que la conversación era sumamente inocente, como la de simples amigos, desearía que pudiera ser eso no más. Me percataba de todo esto mientras que Edward y yo subíamos lentamente a nuestra habitación, no teníamos prisa alguna.
Entramos en nuestro cuarto, que estaba de cierto modo protegido de Alice. En una de las mudanzas habíamos dejado sumamente claro que queríamos tener en nuestro cuarto cosas que nos recordaran lo que hemos pasado juntos, recuerdos de los viajes, así que a diferencia del resto de la casa este era el único espacio que no parecía salido de una revista de decoración de hogar; sin importarnos que todas las piezas fueran distintas, estas armonizaban a la perfección entre si, y le daban una atmosfera de hogar, una esencia a nosotros.
Subí a la cama, que estaba en el centro de la habitación, si fuera humana y me pudiera sentir así, quien me viera podría jurar que me encontraba agotada, como después de un día de larga faena. Contenerme y pensar en el bienestar de mi hija y mi amigo, aun cuando la flor creciente de su relación no me causara la mayor de las emociones, había sido para mi una larga faena, en momentos como este deseaba poder dormir para ponerme en reposo.
Edward se dirigió primero al baño, para cambiar los jeans y la camisa de botones por un mono deportivo. Salió del baño, deteniéndose delante del reproductor de sonido para poner música muy baja, tanto que apenas me percataba de ella como un fondo a nuestra escena. Subió a la cama conmigo y me abrazo contra su pecho sabia que eso era lo que necesitaba, sentir que aun cuando todo cambiaba él y yo seguíamos siendo uno. Busco mis labios, para besarlos de forma muy gentilmente como si temiera romperlos, yo respondí con pasión a su beso, él no lo rechazo pero tampoco lo incendio más.
- “Y pensar que hace una década no tenia cama en mi habitación”- dijo con los ojos cerrados, como si necesitara recuperar el aliento que le había robado aquel beso.
- “Y pensar que odie la primera cama”- dije, mientras recorría con mis labios el borde de su mandíbula y cuello.
- “Amor, sabes que hiciste bien hoy”- Sabia a que se refería, fue muy lindo de su parte abordar el tema tan sutilmente, como para que yo decidiera si continuábamos la conversación o no.
- “Si tu lo dices, dime ¿Qué viste en Jake?”- me aparte de él un poco, para poder ver la respuesta de su rostro, quise que mi pregunta sonara como si no tuviera mucho interés en su respuesta, él me conocía demasiado como para creer que la cosa fuera así.
- “Desolación- se detuvo con la misma cara de dolor de Jake antes de que le propusiéramos venir con nosotros- me recordó a mi mismo, supongo que por eso me dolió verlo de ese modo”
- Sabia perfectamente a que se refería, a aquella ocasión en la que nos separamos y casi morimos, él casi logra que lo mataran y yo casi me mataba en los intentos de provocar mis alucinaciones- “Me siento mal por él, pero no puedo mostrarme feliz si esta situación solo me preocupa”
- “Debe consolarte que Nessie sea feliz, además… siempre contamos con tres machos capaz de matar por ella y tres hembras que acabarían con lo que fuera necesario- la ultima parte la dijo muy divertido para si mismo, por el como se había gestado la idea en su mente, en ocasiones se refería a la familia como una manada solo para hacer broma- Recuerda que aunque Alice no los pueda ver yo los puedo escuchar, aunque… hay cosas que no quisiera escuchar”- su sonrisa me tranquilizaba por lo real e inocente que era.
- “Bueno, eso me calma, supongo de todos modos no lo puedo evitar”- dije cerrando mis brazos sobre mi pecho.
- “Tranquila, hoy no solo hiciste feliz a tu hija sino que también hiciste feliz a tu mejor amigo, eso es de valorar, no deja de sorprenderme el aplomo que tienes”
Me deslice fuera de la cama en un movimiento fluido, para volver a entrar en ella con una de las pijamas que Alice me había comprado en una de las visitas que hizo a Paris, Edward me esperaba arropado hasta la cintura, me divertían esas escenas, que ya salían de manera natural, escenas, que nos hacían parecer de lo más normales; ya listos para dormir, si pudiéramos, me metí entre las sabanas buscando en todo momento quedar muy cerca de su pecho para que su cuerpo me protegiera, el coloco su mano en la mesa de noche, que estaba de su lado, y saco de la gaveta, sin hacer el mas mínimo ruido, un libro que me era en extremo familiar, un libro que conocía muy bien, mi vieja copia de mis tiempos como humana de Cumbres Borrascosas.
- “Supongo que deseas algo familiar”- me dijo al tiempo que acercaba el ejemplar maltratado a mis manos.
- Respire hondo con un profundo agradecimiento- “amo que me conozcas tan bien, pero para serte sincera preferiría pretender que puedo dormir”
- “Como siempre, lo que tu quieras, yo estoy para servirte”
- Le di la espalda, sabia que entendería que esperaba que me abrazara y me sostuviera con sus brazos cerca de su pecho como si evitara que me cayera al suelo- “Gracias”
- “Gracias te doy yo a ti- me dijo al oído- siempre que estamos así me doy cuenta de que cuando te encontré llegue a mi hogar- él sabia cuando tenia que rayar en la cursilería, para solo hacerme pensar en nosotros, siempre se excusaba bajo eso de ser un hombre enchapado a la antigua- Te amo… deja caer tu escudo, quiero darte algo”
Él ya había practicado en como reflejarse en mi mente y lo controlaba muy bien, así que inspirando hondo deje ir mi coraza y sentí como se desprendía de mi eso que me protegía y hacia de mi mente un mundo impenetrable, al menos que yo lo permitiera. Sentía como su mano se deslizaba por mi figura, cuando empecé a ver colores y de pronto esos colores se convirtieron en imágenes de nuestros momentos felices, algunos eran los mismo que yo había recordado esa tarde y otros eran distintos, pero igual de hermosos, eran los que llamaba sus momentos felices juntos. Las imágenes pasaban como fotos de una presentación de diapositivas, con el fondo de la nana que el había escrito para mi, estaba tan inmersa en lo que veía que no sabia si él la estaba tarareando en ese momento o solo estaba pensando en ella.
En ese plan nos sorprendió la mañana, sentí como si hubiera descansado lo que no había descansado en mucho tiempo, aunque estaba consiente que para él había representado un gran esfuerzo mental mantener la presentación toda la noche, nunca las cosas que me mostraba eran tan elaboradas, porque le resultaba muy dificultoso poder suprimir, por el tiempo que se reflejara en mi mente, su poder para no distraerse, perder la conexión o mostrarme lo que no era.
- “Gracias”- le dije con un hilo de voz, casi un susurro.
- Podía sentir el movimiento de las cosas que se empacaban en la planta baja de la casa, no podía creer que tan rápido dejáramos el Viñedo- “Como que nos vamos hoy mismo”- Dijo, intentando no romper el halo mágico que nos había dejado su presentación de anoche.
Nos cambiamos las ropas, ambos nos pusimos lo primero y más cómodo que encontramos en los armarios. Al vernos, no pudimos evitar reír, combinábamos, ambos con pantalones caqui y camisas azules aunque de distintos tonos. Me tomo de la mano para que saliéramos de la habitación, se detuvo en la puerta, con la mano en la perilla, mientras sus ojos me preguntaban silenciosamente si estaba lista para eso. Asentí a la pregunta que no pronunciaron sus labios. Bajando por las escaleras nos percatamos de la presencia de todos, colaborando para que la mudanza se diera rápido.
- “Hermanito, ya están tus juguetes en la nueva casa- Alice, que hasta hace unos segundos estaba frente al ventanal cerca de la puerta trasera, ahora se encontraba junto a nosotros- hemos encontrado una casa espectacular, Esme y Carlisle salen para allá de inmediato para concluir las cosas de la compra, mientras que nosotros terminamos con las cosas aquí.”- eso demostraba que habían trabajado toda la noche.
- “Esta bien Alice- ahora dirigiéndose a Carlisle sin soltar mi mano- ¿quieres que vayamos contigo?”
- “No hijo- era la voz serena de Carlisle que ya estaba saliendo de la casa, dirección al aeropuerto- ustedes quédense aquí salen a Boston más tarde, Alice consiguió un vuelo para todos juntos, viajaran con sus viejos papeles; Ya en casa Bella tendrá que ver a J para lo de los nuevos papeles de todos, y así que se inscriban lo más rápido posible para evitar inconvenientes, supongo tu la acompañaras”
- No me hizo falta observar a Edward para saber que sus ojos respondían afirmativamente a la pregunta que le hacia su padre- “Carlisle, Esme que tengan buen viaje- dije acercándome rápidamente a ellos para abrazarles y besarles- Nos vemos en casa”
- “Cuídense mis niños y no hagan desastres ni se peleen- Esme siempre como una madre para todos- y usted jovencito, bienvenido a la familia - Esme por lo general cuidaba de no tocar a Jacob para no incomodarlo pero en esta ocasión se inclino hacia él para darle un beso en la frente, beso al que el respondió como al de una madre, se notaba que en ese momento había olvidado que Esme era un vampiro- nos vemos en casa y bienvenido otra vez- beso a todos y cada uno- ya los extraño”- Y salió por la puerta hacia el carro.
En lo que Esme y Carlisle se fueron todos trabajamos para tener todo listo para la hora de nuestro vuelo, apenas un par de horas más tarde que él que habían tomado primero. Jazz había hablado con J, así que este me esperaba ya en Seattle, solo que no sabia que iría acompañada, las cosas iban a ser más sencillas en esta ocasión porque gracias a las visiones de Alice, Jasper había previsto mi respuesta y le había mandado a nuestro amigos la información necesaria y confirmado los nombres para algunos la noche anterior, había hecho la solicitud de los documentos necesarios así que seria casi cuestión de llegar y retirarlos nada más, eso sin contar que con la amenaza de poder aparecer por la oficina de J, había logrado que este acortara los plazos de entrega.
Al momento de salir al aeropuerto nos dirigimos a los carros, éramos muchos para un mismo vehículo, en uno de los carros irían Alice, Jasper, Rose y Emmett, y en el otro Edward, Nessie, Jake y yo; por lo menos esa era lo que se había planeado, hasta que Nessie salió con la idea de que le gustaría ir corriendo con Jacob, este le lanzo una mirada de sorpresa – se notaba que no se lo esperaba, que estaba cómodo con la idea de ir en carro- y luego con una sonrisa le propuso que fuera sobre él- ambos amaban desplazarse así, eso era tan diferente a lo mucho que yo había odiado, gracias al mareo, ir en la espalda de Edward mientras este corría, mientras era humana- nos miraron pidiendo autorización y Edward asintió a la petición.
-“Eso si… vamos a tener problemas si se retrasan y perdemos el vuelo”
-“Vamos papá, sabes que seguramente llegaremos primero que ustedes”- nos beso a los dos y se despidió de sus tíos, supuse que en el bolso que llevaba de lado tenia una muda de ropa ligera para Jake, mientras este se transformaba en los matorrales. Subió a él, con un movimiento ágil, perfectamente colocada entre sus omoplatos y se perdieron en el paraje.
Los demás subimos a los carros, yo por supuesto estaba súper molesta y solo lograba pensar en que ahora estarían juntos más tiempo, que todo se consolidaría mas rápido entre ellos - había como que perdido el efecto calmante de la presentación de la noche anterior-
- “Tranquila, estarán bien”- decía Edward, con calma, mientras tomaba mi mano.
- “Sabes que el que corran no es lo que me preocupa”
- “Entre más lo pienses peor va a ser para ti y lo sabes, hay cosas en las que es necesario dejar actuar al instinto y dejar a la razón de lado, eso es lo que ellos están haciendo”
- Sus palabras no me tranquilizaban pero debía reconocer que eran ciertas- “Sera”- dije sin animo alguno
- “Ya Bella, piensa en otra cosa, piensa que ya no serás la chica nueva que ve a los niños tan llamativos del pueblo- con una sonrisa de falsa superioridad- en una de las mesas de comedor y pregunta sobre ellos, ahora eres uno de ellos”
- Tenia razón tenia que concentrarme en otras cosas- “Bueno, seré bonita, pero Rose sigue siendo la más bella de la mesa”
- Vi por el rabillo del ojo como hacia una mueca de burla- “ Seh, seh, seh, sabes que para mi no hay más que tu- dudo en continuar, vi venir el cambio de tema- cuando lleguemos a Boston vamos a tomar allí mismo un vuelo directo a Seattle, tu y yo- antes de que le pudiera gritar me cacho la intención- Nessie se queda con Jake, van a estar bien y todos los van a estar cuidando”- simplemente no pude hablar más hasta que llegamos al aeropuerto, ellos ya estaban esperando por nosotros.
El vuelo fue muy tranquilo, ya en Boston nos separamos nosotros dos a Seattle y los demás a la nueva casa, incluyendo a mi hija, quise protestar pero era como si las indicaciones de Edward en el carro me impidieran tal cosa, tal como lo hacia en una manada la indicación brindada por le macho Alpha. Me consolaba saber que de seguro les había dado instrucciones a todos los demás de que los vigilaran y estuvieran al pendiente de todo. Lo conocía perfectamente como para saber cual era su intención con eso de dejarlos ir con los demás o por lo menos no traernos a nuestra hija, pero quería escucharlo de el.
- “Y lo hicimos así ¿Por qué?- alce la voz más de lo requerido en la ultima parte, la gente en aeropuerto en Seattle nos miraba, se notaba que pensaban que de seguro era una pelea por una estupidez entre una parejita de colegio- Espero tu explicación Edward Cullen”
- “Tu sabes cual es mi explicación- su tono tranquilo, como si hablara de cualquier superficialidad me exasperaba aun más- ya le dieron la bienvenida para que se quede, Nessie esta feliz por eso y tu sabes perfectamente que él no se quedaría si eso te hace infeliz, dejarte con ellos solo le mostraría lo infeliz que eres. Bella por favor, deja al chico acostumbrarse a la idea primero, así todos estaremos más seguros”
- Gruñí en respuesta a su discurso, él se detuvo en medio del corredor y me beso frente a todos los que pasaban por allí, aferrando mi rostro al suyo con sus manos, algunos se detuvieron a ver, cuando permitió que mis labios se desprendieran de los suyos solo puede decir entre una burla sarcástica pero de cierto modo real- “Seh, seh, seh… Bienvenido”
- “Así se hace, ya veras que no será tan malo, no es como si se fueran a casar mañana, tienes mucho tiempo por delante. A Jake le toma mucho trabajo verla como mujer- pensé un espero siga así que imagino se reflejo en mi rostro porque Edward hizo girar sus ojos- De seguro falta mucho para que se casen”- Dijo burlonamente para aligerar la conversación, ambos sabíamos que eso era una realidad inminente, lejana pero segura.
- “Boda”- dije de manera ahogada pensaba en mi niña tan joven casándose, otra cosa que yo no tenia moral criticar, y sumada a la idea de boda los preparativos que Alice tendría, capaz, que ya previstos.
Quise concertarme en la tarea que nos habían encomendado, justo cuando estacionábamos, un carro rentado en el aeropuerto, frente una de las oficinas de J, no había hablado mucho en el camino solo unos si o no en los momentos que fuera necesario, pero recordaba cual había sido la conversación de Edward, hablaba sobre el desempeño del carro y cosas así. Entramos en la oficina de aquel hombre bajo, mucho mayor de a la primera vez que había tratado con él, algo calvo y barrigón, que nos esperaba evidentemente muy nervioso, me pregunte que tan malo seria su semblante cuando tenia que trabajar con Jasper, no pude contenerme de sonreír ante la idea de su cara de susto.
- “Tiempo sin verte Bella, tan hermosa como siempre- mirándome de arriba abajo- veo que haz venido acompañada”
- “Hola J, bueno suponía que algún día tendrías que conocer al hermano de Jasper- Edward solo le extendió la mano y J se estremeció al sentir que este joven también era frio como los otros dos Cullen con los que había tratado- por favor hagamos esto rápido que estamos algo cortos de tiempo”
- “Por supuesto Bella, disculpe Sra. Cullen- se corrigió a si mismo, por la mirada que le dedicaba Edward, me extendió un paquete donde supe estaban los papeles y lo abrí para examinarlos- solo falta por colocar las fotos, cosa que hace el Señor Jasper, y uno de los nombres que se me dio sin apellido”
- Sabia de quien hablaba, no creía que Jazz diera el nombre real de Jacob ni mucho menos que el le pusiera un apellido cualquiera- “Supongo que es Jacob, el nombre sin apellido… déjame ver… que sea… Jacob Wolfe”- A Jake le haría gracia y después de todo ya en una ocasión había mandado hacer papeles falsos con ese nombre. Solo recordar el porque de aquella ocasión y la confianza que tenia puesta en él para que se quedara con mi hija, me hizo estar consiente de que en realidad las cosas no había cambiado sino que empezaban a materializarse, aun incomoda el Bienvenido empezó a tener un sentido real.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que super esta esta capitulo !! wua que emocion por leer los siguientes jeje wuaa que super esta !! sigue asi !!

sammy dijo...

es hermoso este cap!!!! me entanco.. ke ternura edward y bella!!! awwww