CAPITULO V: El Último Fin de Semana
(Vuelve a narrar Bella)
Las cosas en casa estaban siendo llevadas con calma.
En momentos de tensión agradecía infinitamente la presencia de Jasper- era increíble como nos hacia entrar a todos en esa paz injustificada-. En ocasiones las cosas se tornaban realmente tensas, por momentos todos ventilábamos abiertamente nuestras inquietudes, cosa la cual dominaba nuestros instintos al parecer, pero siempre los lazos de familia, formados voluntariamente, podían más que cualquier altercado.
Era súper entretenido ver como Rose sorteaba con el malestar que le producía tener a Jacob tan cerca, no paraba de merodear por los pasillos haciendo esa incomodidad del conocimiento de todos– como toda una joven caprichosa- pero creo ya nos acostumbrábamos a dejar colar sus comentarios y eso hizo que sus quejas se hicieran esporádicas, menos mal dejaban de ser diarias; aunque eso no evitaba que golpeara la mente de Edward, de forma intencional, con sus insolencias momentáneas.
Se acercaba el final del verano, lo que significaba el inicio de clases, inicio que todos parecían esperar con ansias, menos yo. Carlisle ya trabajaba en el hospital de la ciudad y había comenzado a circular nuestra historia, siempre con especulaciones, porque hasta el inicio de clases nadie nos había visto realmente o por lo menos no a todos.
Todos nos entreteníamos en algo distinto antes de que se acabara nuestra década “ocultos”; Alice había hecho viajes de compras, empeñada en que necesitábamos lucir lo mejor posible y sobre todo se entretenía comprado para Nessie y para mi, con la idea de que dos extranjeras debían lucir mucho mejor que los nacionales, realizaba las salidas siempre en compañía de Jazz, que tendía a llegar no solo con los paquetes de ella sino también con alguna novedad para el entretenimiento o un juego nuevo para la consola que estaba en el salón con la mesa de billar, y en ocasiones con Nessie, que iba con gusto siempre y cuando Jacob no la dejara sola y él accedía siempre para complacerla; no sé porque, pero en ocasiones encontraba tanto de Edward y de mi en ellos, eso me asustaba aun más en cuanto a la realidad inminente, por momentos me daba la sensación de que esa necesidad de no dejarlo cuando salía se debía a que le daba pánico que se marchara, algo que yo había sentido en muchas oportunidades en mi vida anterior, por creer a Edward no más que un hermoso sueño, demasiado bueno para ser real.
Rosalie y Emmett se limitaban a andar por allí, se habían desaparecido un par de semanas para estar solos, hicieron un pequeño viaje a América del Sur; no podía evitar preguntarme como habían hecho con el sol del verano, después de todo a donde fueron no se caracterizaba por el mal clima, pero esa pregunta encontró respuesta, en mi fuero interno, casi al mismo tiempo que la gestaba, era simple, no habían ido a turistear, seguramente se conformaron con estar en alguna habitación, que imagino habrá quedado en ruinas; eso explicaba los espasmos de Edward cuando ellos estaban cerca, luego de su regreso, una sonrisa se dibujo en mis labios.
Esme, desde el momento en que habíamos llegado a aquella casa, ya hace un par de meses, se había dedicado a cambiar las cosas y a re-decorar, después de todo era su pasatiempo favorito; aunque ella y Carlisle se daban momentos para estar solos, y nosotros les facilitábamos las cosas saliendo a algún lado.
No todos necesitaban salir de casa para distraerse y pasar el rato.
Jacob y Nessie por lo general estaban en casa, él reparaba un trasto, que había conseguido con Emmett, nadie sabe a ciencia cierta donde – seguramente Edward si, pero no es algo que halla comentado-. Jake fue el único que no se permitió comprar un auto lujoso aun cuando Carlisle le hizo la oferta, y yo recordaba de mi vida humana lo mucho que le complacía trabajar en la mecánica; cuando trabajaba, en ocasiones Rose se acercaba curiosa, con la excusa de querer estar con Nessie, que se encontraba la mayoría de las tardes sentadas con Jake mientras trabajaba en el carro – un Jeep Kaiser del ’64-, pero algo me dice que esa cercanía también era para fisgonear en el trabajo del carro, no lograba entender por que o como, pero a Rose se le daba bien eso de tocar a los vehículos, mejor a Edward incluso.
Edward y yo habíamos dedicado tardes a estar en nuestra casa de la piscina, retozando, sumergidos en nuestros aromas, en nuestros pensamientos. Creo que no importa cuanto tiempo pase siempre le va a interesar saber que pienso y el como veo las cosas de mi forma tan particular, según él. Cuando lográbamos dejar de ser presa de nuestros instintos más humanos - vampiros y todo todavía los teníamos, lo cual me encantaba, porque antes de mi transformación temí el perderlos- pasábamos ratos con la familia y yo le servía de maniquí a Alice que juntaba prendas, que escogía sin verdadera atención, para probar como combinarlas mejor; Edward por su parte había finiquitado lo de las inscripciones, por lo menos las de sus hermanos y la propia, porque yo tuve que asistir con Carlisle para que pudiéramos inscribirnos Nessie y yo.
Hoy era la última caza antes de que empezáramos clases, el ultimo fin de semana, habíamos acordado alimentarnos muy bien, para evitar inconvenientes, porque sabíamos que por más control que tuviéramos, hace mucho que no había tantos olores apetecibles concentrados cerca de nosotros por tanto tiempo. La verdad eso no era motivo verdadero para preocuparnos, pero igual quisimos ser prudentes. En parte, dada a esa preocupación, era más que todo por Nessie que lo hacíamos, aunque no éramos amantes de que se acercara a ese lado tan poco humano, no podíamos negar que nuestra hija era a mitad parte de ambos, o por lo menos de lo que éramos ambos al momento de su nacimiento – Edward era el mismo, pero yo no-.
Allí estaba yo, acostada con las manos detrás de la nuca, en la grama, al frente de la casa, esperando a que todos estuvieran listos para salir a cazar. Miraba las estrellas que empezaban a aparecer, estaba cayendo la noche; aun cuando el cielo estaba nublado era posible para mi ver su brillo, no había nada que estos ojos no percibieran. Cerré los ojos e inspire hondo, alguien estaba solo a escasos pasos de mi.
- “Has tardado años”- dije en un susurro, todavía con los ojos cerrados.
- Lo sentí acercarse -“A mi también se me hizo eterno”- me dijo la voz al oído, mientras pasaba sus dedos por mi cabello.
Abrí los ojos y me giré para quedar de frente a él, que reposaba a mi lado sobre uno de sus costados. Besó mi nariz y eso me hizo intoxicarme con su aliento, tan dulce, tan exquisito.
-“Por eso estoy molesta contigo”- dije con mucha seriedad.
- Su cuerpo se tenso ante mi reproche, aunque en lo que mis ojos le revelaron el sentido de broma se relajo – “¿Cómo desea la compense?¿Cómo me gano su perdón? Estoy a sus ordenes”
- “Solo ámame todos los días”- me tire sobre él para hacerlo girar sobre su espalda mientras lo besaba frenéticamente.
- “Siempre”- se limito a decir mientras alejaba mi rostro del suyo para mirarme a los ojos, acariciando con su pulgar mi mejilla.
Recorría con sus manos mi espalda, que estaba cubierta por una chaqueta de cuero claro, y besaba mi cuello, tomando grandes bocanadas de aire, bañándose de mi aroma. Otra vez me aparto de su cuerpo, esta vez para sentarse, con las piernas cruzadas, y ponerme en su regazo rodeada por sus brazos.
-Tenia los ojos cerrados, como intentando aclarar sus pensamientos-“Debo recordar no poder tocarte de este modo en publico, eres mi perdición”
-“Ah si, entonces que divina tentación”- acariciaba con mis dedos su cabellos, cobrizo, despeinado como era habitual.
-“Te tengo un regalo”-dijo todavía concentrándose en las palabras.
-“¿En serio?”- me preguntaba que seria y en que momento lo había comprado, eran contados los momentos en los que nos habíamos separado, una agonía para ambos, y nunca era por mucho tiempo.
-“Ven que te lo muestro antes de que todos salgan”
Me tomo en brazos – como si no pudiera correr tan rápido como él- y salimos disparados a donde paraban todos los carros, a unos cincuenta metros de la casa. Las luces del garaje estaban apagadas, pero eso no evitaba que viera con total claridad, las encendió; me deposito en el suelo, lentamente, y lo vi perderse entre el gran número de carros que allí se encontraban. Todos tenían vehículos hermosísimos, uno o varios; ni Nessie ni yo conducíamos nada en particular, en ocasiones yo usaba alguno de los carros - sin importar de quien fuera, después de todo no eran de uso exclusivo, aunque procuraba siempre preguntar- por lo general usaba el Volvo, no era el mismo de hace diez años, pero se había convertido en algo así como la firma de Edward (Estúpido dueño de un flamante Volvo), y Nessie no conducía, ya que siempre salía con alguien de la familia, lo que la volvía la ultima opción al volante. Edward se materializo frente a mi, con una sonrisa traviesa, en ese momento me di cuenta de que hacíamos en el garaje, se puso a mis espaldas y me cubrió los ojos con sus manos.
- “¿Por qué siempre tardo en reaccionar cuando se trata de ti?”- Pregunte, desilusionada de mi misma. Si alguien podía engañarme era él.
- “Simple, porque soy perfecto”- Imagine la sonrisa de satisfacción en su rostro.
Avanzábamos entre los carros, lento, no parecía tener ninguna prisa, obviamente estaba fascinado con el haberme engañado, a la vez de emocionado por lo que fuera estaba por darme.
- “Si gastaste mucho por favor no me lo digas”- odiaba saber que hicieran grandes gastos por mi, aunque él y todos insistían en que el dinero esta hecho solo para ser usado, que si esperaba que lo reunieran ya habrían podido comprar un continente completo.
- “Ok, solo si tu prometes usarlo - con esas ultimas palabras quito sus manos de mi rostro, yo tenia mis ojos cerrados con fuerza pero pude sentir como me miraba -por favor, no seas necia Bella, abre los ojos”
- “Tengo miedo” –sentí como contenía una carcajada.
- “Ha pasado una década y ya no eres humana pero igual sigo pensando que eres rara –bufó, mientras lo sentía girar a mi alrededor, como contemplando una estatua en un museo – de humana casi te tortura hasta la muerte un vampiro sádico y eso no causo el menor impacto; actualmente te enfrentas a manadas de felinos y solo te preocupa que dirá Alice, porque dañas tu ropa. Pero te da miedo abrir los ojos ante un regalo que te hace el hombre que más te ama. Eres increíble.”
Usaba en mi el arma que era su voz cadenciosa, aterciopelada, hipnótica; deje que mi cuerpo se relajara mientras lo escuchaba, así que podía asegurar que se había percatado de su victoria. Abrí los ojos temerosa de que encontraría en frente, esperando que apareciera un Ferrari o alguna otra marca de la que supiera absolutamente nada, definitivamente esperaba un carro muy llamativo. En lugar de eso, me quede sin aliento al ver aquel carro negro, muy discreto para haber sido elegido por mi esposo. Lo mire en todas direcciones y alrededor esperando encontrarle alguna función magnifica, la verdad no sabia que buscar.
-“Debo reconocer… me gusta”- dije, no solo sorprendiéndolo a él, sino que también fue una sorpresa para mi.
-“¿En serio?, no sabes como me alegra que sea así, pensé mucho en cual debía comprar, es un Audi Coupe, muy sencillo pero igual elegante, veloz y seguro”- estaba maravillado por mi reacción.
- Veloz, una palabra que no podía faltar para Edward cuando se trataba de vehículos- “Es sumamente lindo, esperaba que me sorprendieras con un Ferrari o algo por el estilo”
-“Lo pensé, pero imagine que cualquiera de esos, por el estilo, te molestaría”
-Era indudable lo mucho que me conocía-“Pero, ¿para que lo necesito?”
-“Bueno estuve hablando con Carlisle y aparentemente te voy a tener que dejar conducir al colegio, somos muchos para un solo vehículo, además si tus padres son tan ricos dudo que las dejaran sin carro aquí, dependiendo de nosotros para movilizarse”
Sus palabras tenían sentido, pero yo había asumido que iríamos todos juntos, en el mismo carro. Supongo no había visualizado el hecho que el andar todos en el mismo carro al colegio nos haría parecer un truco de circo, en el que se bajan muchos payasos de un coche muy pequeño.
-“¿Eso quiere decir que no iras conmigo?”-Dije, frente al inminente dolor que representaba la separación, aunque fuera por unos minutos.
-“En un principio irán solas o con Jake, pero cuando ya hallamos hecho nuestra actuación de hacernos novios y todo eso iremos juntos- dio un paso para quedar más cerca de lo que estaba- no sé como nos organizaremos de aquí a allá, eso lo veremos después”
Sus palabras me tranquilizaron, recordé entonces que parte del plan, que se había pulido con los días, era que si todos estábamos relacionados, entre nosotros mismos; Debíamos hacerlo de forma inteligente por Nessie, que era la que iba a tener una verdadera experiencia humana, tanto como fuera posible, con amigos y todo eso. No podíamos hacer que estuviera afectada por como nos presentábamos ante los demás, cosa la cual nunca antes les había importado, -recordé la primera vez que los vi y pregunte quienes eran- teníamos que cuidar que no fuera el centro de chismes ni cotilleos, propios de los pueblos pequeños, así que Edward y yo mostraríamos nuestra relación más adelante, como si se forjara con el tiempo. Eso también era por el hecho de que en esta ocasión los Cullen socializaríamos más, para no dejarla sola en eso de aventurarse con humanos.
Edward me ofreció salir a dar un paseo, pero escuchamos a los demás salir de la casa, Rosalie, Emmett, Jasper, Alice, Nessie y Jake irían de caza con nosotros; así que corrimos a su encuentro y prometí salir con él, en mi coche nuevo, a nuestro regreso.
Alice guiaría la cacería esa noche, hasta los momentos no habíamos cazado cerca de la casa. Íbamos rumbo Canadá a toda prisa, con Nessie en medio de la formación sobre Jake, en su forma de lobo, que la protegería de lo que hiciera falta. Estábamos buscando algún rasto, ya en las montañas Alice señalo un camino, en ese momento supe que era el aroma de un grupo de osos lo que percibía mi olfato. Me agazape para acercarme a mi presa -al igual que los de Edward mis movimientos eran felinos, como una pantera cuando esta dándole caza a un pequeño animal- me desplace entre los helechos con el mayor sigilo, sabia perfectamente donde estaban los demás respecto a mi posición, éramos como una gran manada de depredadores, pero nunca me dejaba llevar por completo por el instinto, para estar al pendiente de Nessie. Vi a uno de los osos, eran cuatro, sabía que a estos solo los atacaríamos Emmett, Jasper, Alice yo. Voltee a ver a Edward que se agachaba en la espera de que yo cazara primero, él era incapaz de cazar si sabia que yo también estaba en el campo, las veces que lo había intentado había salido lastimado -o por lo menos sus ropas salían inservibles, cual era increíble- por estar pendiente de mi; de mi pecho salió un siseo y nos abalanzamos sobre aquellos osos, Alice y Japer, al igual que yo, tenían esa gracia felina mientras que Emmett parecía un oso más.
Volvimos con el resto, después de zacear la sed, Nessie estaba pendiente de otro rastro, eran unos pumas, sus favoritos; Edward asintió con la cabeza a la pregunta que ella no había formulado todavía y todos entendimos cuales eran sus intenciones, así que empezamos a seguirla en cuanto comenzó a correr.
Llegamos a un prado, donde ella empezó el asecho. Los que ya habíamos comido nos quedamos atrás, solo viendo como los otros trabajaban, todos estaban relajados, menos yo, que conservaba mi postura de ataque, para saltar a defender a mi bebé si era necesario. Odiaba verla cazar, me ponía los nervios de punta, aunque sabia que era capaz de acabar con un animal, no podía evitar preocuparme por su seguridad, me tranquilizaba saber que no estaba sola, que en el campo con ella estaba Jake, Edward y Rose. Jacob se movía a la par de Nessie, que perseguía a uno de los grandes gatos, él junto a Edward, que esperaba que ella se zaceara primero, para luego comer él, aturdían a los felinos poco antes que nuestra niña los alcanzara, sin que ella se diera cuenta, para que se le hiciera más fácil atraparlos, mientras que Rose vigilaba el perímetro para evitar que apareciera otro depredador. Una vez Nessie estuvo tumbada sobre su presa, orgullosa de haberla atrapado “sola”, solo Jake se quedo, Edward y Rose desaparecieron del claro en busca de algo que comer, ella ni se percato de la ausencia de su padre y su tía, quienes volvieron rápido con el grupo, antes de que terminara de comer.
La atmosfera empezaba a cambiar, estaba por amanecer, todos podíamos sentirlo en el aire. Nos levantamos de la grama, ya satisfecho, para empezar el retorno a casa, donde Carlisle y Esme nos esperaban. Nessie se dirigía a Jake para subir sobre su lomo, pero este la vio muy cansada, como para sujetarse a su pelaje, así que decidió dirigirse a lo matorrales, para tomar su forma humana y ponerse los pantaloncillos cortos que llevaba atados a una de sus patas, de este modo podría llevarla cargada, la levanto del suelo sin el menor esfuerzo, ella se acurruco entre sus brazos; ya todos listos, con los ojos de color dorado liquido otra vez, comenzamos a correr para llegar de nuevo a Revere.
1 comentario:
shuu... es muy emocionante, debo admitirlo... me gusta mucho...
solo debo decirte algo q olvidaste y a mi parecer es importante... olvidaste dedir q Bella vuelve a narrar xq emepece leyendo pensando q era Nessie... ya q lei q habias dicho q no sabias cuando volveria a narrar Bella... y ammm... bueno... me confundi, solo al principio...
pero esta buenisimo... sigue asi ^^
espero con ansias el siguiente capitulo, jejejeje
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