sábado, 6 de septiembre de 2008

Capitulo X Forks

Capitulo X Forks

En lo que subimos al carro, estábamos usando el Mercedes de mi abuelo, según él por que seria más rápido y sobre todo porque tenia el tanque lleno, me deje caer.

No podía dejar de pasar en mi mente, como una especie de video de terror, el ultimo par de horas de mi vida. Todavía no podía creer lo que pasaba, lo había perdido todo.

-       “Duerme por favor”- le escuche decir a mamá con un tono desconsolado.

-       “No estoy tan cansada”- eso era totalmente falso

No pretendía permitirme cerrar los ojos, ya había dormido y la verdad me sentía peor, porque me invadía la sensación de que no había hecho nada para recuperarlo; sin contar que, si ya era bastante malo verlo todo una y otra vez con los ojos abiertos no quería imaginarme que seria de mi, si los cerraba.

Me sentía fuera de mi cuerpo, como si ese fuera solo un cascaron vació, podía verme fuera de el, y ver a los demás.

-       “No seas obstinada princesa, duerme, yo no me detendré”- papá parecía tan triste y no creo que fuera solo por mi, sentía que también era por Jacob.

-       “¿Qué viste papá?”- recordé de pronto que no le había preguntado, mi voz sonó esperanzada.

-       “Nada”- se notaba tanto que deseaba con todo lo que era darle fuerzas a mi esperanza, pero eso no lo llevo a mentir.

-       “¿Nada?- con todo mi autocontrol evite empezar a llorar de nuevo, tampoco tenia muchas más lagrimas- ¿cómo que nada?. Tuviste que ver algo, lo que fuera”

-       “No, no vi nada, pensó en ti y luego fue como si se apagara”

Eso me desconcertó, papá siempre había sido capaz de escuchar a Jacob, en cualquiera de sus formas. Así que, el que me dijera que no había escuchado nada me frustro por completo.

Las horas de viaje siguieron en silencio o por lo menos así fueron en cuanto a mi, mamá y papá se dirigían ocasionalmente alguna palabra, pero de seguro la conversación estaba más allá de eso, no me extrañaría que estuviesen en la mente del uno y el otro.

Por fin empecé a vislumbrar las luces de Forks, no he ido muchas veces a allá, en parte porque lo único que tengo en ese sitio es al abuelo Charlie, que en unas cuantas ocasiones ha ido hasta nosotros, digamos que sabe pero no sabe lo que somos; y por otra parte lo otro que tengo en ese pueblo es a Jacob, pero el siempre va donde nosotros estamos, por lo general.

Recorrimos las calles, intentando llamar la menor atención posible hacia nosotros, pero ese pueblo era como Revere, nunca pasaba nada importante y cualquier cosa entusiasmaba a su gente, podía verlos asomarse en las vitrinas para ver el Mercedes.

-       “Me temo que esta gente no ve un Mercedes desde la partida de tu abuelo”- papá pretendía hacer del viaje una experiencia más amena, pero yo la verdad lo que menos quería era reír.

Cuando salimos de casa estaba por amanecer, así que cuando llegamos a Forks era de noche nuevamente. Paramos en una pequeña tienda de víveres, que todavía estaba abierta, mamá quería llevarle al Jefe de Policía Swan algo de comer o algo que le pudiera preparar –increíble, pero cierto, mis padres eran muy buenos cocineros a pesar de que para ellos la comida humana era como comer tierra-.

Bajo del carro, tan hermosa como siempre, yo no quise bajar y por eso, aun a su pesar, papá se quedo en el coche conmigo.

La vimos entrar  a la tienda y salir rápido, solo con un par de bolsas.

-       “¿Bella?¿Isabella Swan?”

El escuchar ese nombre me hizo voltear de inmediato y más por el tono de sorpresa con que lo pronunciaban, no era la voz de mi abuelo ni de ninguno de los chicos de la reserva que conociera, era una voz totalmente nueva para mi. Voltee a ver a papá, para él no era nueva.

-       “Demonios”- sus manos se apretaron con fuerza al volante.

Mamá permanecía inmóvil en la acera, a unos cuantos pasos del vehiculo. Aquel hombre que la había visto, salir de la tienda, parecía conocerla, bien, supuse era parte de su vida humana, por el periodo que vivió con me abuelo, mismo periodo en que conoció a su futura familia.

-       “Nena, corre, bájate y llámala Marie, yo voy a dar la vuelta; las espero en la esquina”- papá daba las instrucciones muy rápido, el tener que hacer algo por el bien de mi familia me devolvió algo de chispa.

Baje del carro con gracia tal, esperando que aquel sujeto se fijara en mi por un instante, solo un instante, que le permitiera a mi madre recobrar la compostura.

-       “¿Marie?- me acerque y le guiñé el ojo- sabia que no podías salir sola, ¿te perdiste acaso?. Ay… es que en este pueblo todo es igual, todas la calles se parecen”

-       “Nessie- la sorpresa, en esta ocasión, era genuina- vamos a casa”

Otro error, ¿vamos a casa?, me provocaba tanto preguntarle ¿como se le ocurría decir vamos a casa?. La reconoció un tipo que, aparentemente, a pasado toda su vida en aquel pueblo, con lo interesante que resultábamos sabría donde vivíamos o tendría una vaga idea de quienes eramos, así que, vamos a casa no ayudaba. Pude darme cuenta de cómo ella, sola, se daba cuenta de su error.

El sujeto se acerco a nosotras, temeroso de lo que veia, como si estuviera frente a un par de fantasmas.

-       “¿Marie?”

-       “Disculpa, ¿acaso nos conocemos?”- aparentemente en cuestión de segundos mamá armo un plan de escape.

-       “Eh… la verdad ya ni yo mismo lo sé”- el asombro en su cara era indescriptible, él mismo parecía reír de las ideas locas, pero ciertas, que habían en su mente.

-       “Yo creo que no, no recuerdo haberte visto antes”

-       “¿Son nuevas aquí?”

-       “Algo”- me apresure a decir, no podía permitir que la conversación fuera solo entre ellos dos.

-       “Mucho gusto en ese caso- extendió su mano, temblorosa hacia nosotras y sentí como mamá frotaba, disimuladamente, las suyas para calentarlas- Michael Newton, bueno, Mike en realidad”

Era obvio que Mike Newton, como se hacia llamar, esperaba que su nombre tuviese algún significado para la mujer parada junto a mi, los mire a ambos a la cara, de pronto encontré la respuesta del asombro que este sentía al ver a mi madre, seguramente habían asistido juntos al colegio o algo por el estilo.

-       “Mucho gusto”- se limito a decir mamá.

-       “Igual”- para él era como si estuviese viendo una de las más hermosas apariciones.

-       Era momento de reparar la parte en la que la llamaban Isabella Swan- “Me llamaste Bella ¿cierto?”

-       “Si, es que te pareces tanto a una chica que conocí, hace tanto, pero es imposible que seas ella, eres demasiado joven”

-       “¿Te refieres a la hija del Jefe de Policía?”

-       “Claro… a la hija del viejo Charlie”

-       “Es mi tío, estamos aquí de visita”

-       “Oh genial, de seguro allí el parecido”

Teníamos que salir de allí ya, la conversación no era tan importante para mi, papá de seguro estaba muerto de la preocupación en el carro, aun cuando podía escuchar todo y más, el estar lejos de mamá lo impacienta en extremo; y más importante aun estaba perdiendo valioso tiempo de llegar a Jacob.

-       “¿Quieren un aventón?”

-       “Este…”- mamá no se esperaba eso, así que, quedo sin palabras.

-       “No, gracias- le dedique, a Mike, una calida sonrisa- tranquilo. Marie, Anthony nos espera en a esquina”

Sabia que si no podía llamar a mamá por su nombre, mucho menos podría mencionar a papá, seguramente este sujeto los conocía a ambos y seria demasiada casualidad que si pensaba que aquella mujer, que se levantaba ante él, era Bella Swan, la misma que debería tener unos treinta en lugar de aparentar diecinueve, cosa la cual ya le habíamos negado, con nosotras estuviese un chico llamado Edward.

-       “¿Anthony?”

-       “Si, Anthony, vinimos a buscarte porque tardaste mucho”- intente que mis ojos la informaran de más detalles, de lo que la informaba mi boca.

-       “Ah, por supuesto, bueno tenemos que irnos, fue un placer Sr. Newton”

-       “Llámenme Mike, por favor”

Caminamos fuera del alcance de la mirada, del que casi nos descubre. En la esquina estaba el Mercedes, con el motor encendido, listo para darse a la fuga, y papá adentro intentando contener su ganas de ir a buscarnos. Subimos en el y arrancamos rumbo a la casa de Charlie.

-       “Increíble. Diez años y todavía tiene esperanzas contigo”

-       “Tranquilo cielo, peor que eso es que nos hubiese descubierto- acariciaba el cuello de papá, mientras este conducía- muy buena jugada nena, casi me pierdo en la parte de Anthony”

-       “Lo sé”- mi voz empezaba a apagarse de nuevo, volvía a recordar el motivo de nuestro viaje.

Llagamos a casa del abuelo, la luz del porche estaba encendida, era obvio que nos esperaba, y su carro patrulla estaba en la entrada del camino del estacionamiento. Estacionamos detrás de el.

Nos apresuramos a bajar, junto al poco equipaje que teníamos, solo un par de bolsos y lo que habíamos comprado en la tienda, papá lo llevaba todo con suma facilidad.

Ya en el porche, de aquella pequeña casa, de colores desvaídos, tocamos el timbre. Un hombre, cuyo rostro conocía bien - mamá no me permitía olvidarlo, constantemente me ensañaba fotos de él- abrió la puerta, acompañado de una mujer, que reconocí como Sue ella era algo así como una abuela para mi, estaba con Charlie desde hace mucho, pero todavía nada que se casaban.

-       “Hija”- a pesar de que mi abuelo era un hombre de pocas palabras, las que decía tendían a delatar sus emociones.

-       “Papá”- mamá corrió a sus brazos, aunque se despego un segundo después, por lo general se preocupaba por el como la sentía su padre al tocarla.

-       “Pasen, pasen por favor, Nessie como has crecido”- me dio un fuerte abrazo.

-       “Charlie, te ves mucho más viejo”- bromeo papá mientras cruzaba el umbral de la puerta.

-       “Y tu te ves exactamente igual a la primera vez hijo”- ambos hombres estrecharon sus  manos, entre sonrisas.

-       “Sue te ves genial”. Más besos y abrazos por nuestra llegada.

-       “Tu también Bella”

Estábamos en la cocina, de gabinetes amarillos, bueno todavía se veian algo amarillos, después de tantos años. La abuela Renée los había pintado de ese color, para traer vida y luz a la casa. Empezaba a asfixiarme, saberlo tan cerca pero igual estar lejos de él, lejos de Jacob, no ayudaba a mi condición. Tenia que salir corriendo de inmediato.

-       “Yo te llevo”- papá estaba muy pendiente de todo lo que pasaba por mi mente.

-       “Gracias”

-       “Me quedare aquí cualquier cosa”- mamá tenia evidente deseo de ir conmigo pero sabia que de todos modos no podrían bajar a la reserva, por lo del tratado, así que, prefirió quedarse con el abuelo.

-       “Estaré bien”- bese sus mejillas y le di un fuerte abrazo

Salí, a toda prisa, de la casa antes que se empezaran más conversaciones, que no deseaba sostener, seguramente, todos allí sabían el motivo de nuestra visita.

Subí al carro, esperando impaciente a que papá también lo hiciera y se dignara a prender el motor.

Para mi fortuna, contaba con un experimentado piloto al volante, que conocía a la perfección estas calles, pronto estuvimos sobre los limites de velocidad, dejando atrás las luces de pueblo.

-       “Sabes que solo te puedo acercar hasta la franja ¿Cierto?”

Ningún miembro de mi familia, vampiro, podía cruzar los limites del pacto, claro esta yo no tenia problema para moverme entre los dos territorios, porque no habían decidido que hacer conmigo, no era ni vampiro ni humana, sin contar que el macho Alfa de la manada estaba imprimado en mi.

-        “Si”- no me importaba si tenia que dejarme a miles de kilómetros, caminaría o correría, lo que fuese necesario.

-       “No lo alteres”- papá siempre le a temido a que Jacob pierda el control y pueda lastimarme. Yo sabia que eso no ocurriría o por lo menos no físicamente.

-       “Esta bien papá”

Nos detuvimos en la franja del pacto, antes había lobos merodeando, pero gracias a la no presencia de vampiros en la zona, habían dejado de convertirse, solo Jacob lo hacia todavía.

Apagamos el coche y espere a unas ultimas indicaciones de mi compañero, que parecía debatirse con él mismo.

-       “Estaré bien”- tomé su mano entre la mía, para que sintiera mi confianza

-       “Eres igual a tu madre, siempre tentando al peligro”- dijo con los ojos cerrados pero apretando con más fuerza nuestras manos entrelazadas.

-       “Y eso a sido bueno, mira a lo que la llevo”- ¿como no iba valer la pena tentar al peligro si te daría la mayor de las recompensas?, el amor de tu vida.

-       “Casi no lo logra”- podía sentir la pena y la culpa en su voz. De seguro estaba recordando los momentos tristes.

-       “Pero lo hizo, te tiene a ti”- deseaba tanto tener con Jacob, algún día, lo que ellos tenían.

-       “Y a ti- por primera vez, desde que paramos, abrió sus ojos- cuídate nena, me mataría si algo te pasara, ella no lo resistiría”

-       “Estaré bien”- repite, esta vez bajando del carro, pero antes bese su mejilla y él beso mi frente.

Corrí colina abajo, podía ver las luces de LaPush, a la distancia, y sentir mi corazón acelerarse. Camine entre las casa, ya era muy tarde y casi todas las luces estaban apagadas, no quedaba nadie en la calle.

Llegue a su casa, temerosa de si debía o no tocar la puerta. Rodee la pequeña casa, para ver por la ventana de su cuarto.

Allí estaba él, acostado en su pequeña habitación, durmiendo. Para facilidad mía, la ventana estaba abierta de par en par. Trepe y entre por ella.

Era tal la emoción que sentía al verlo, que quise tirarme sobre él. Me acerque despacio y toque su mejilla con mis fríos dedos, fríos, porque aun cuando mi temperatura era mucho más alta que la de mi madre, al lado de él era helada.

-       “Nessie”- suspiro en ensoñación y puso su mano sobre la mía.

-       “Oh Jacob- abrió sus ojos sorprendido de que realmente estuviese allí, de que  no fuera solo un sueño- Jacob”- me lance a sus brazos, me parecía eterno el tiempo desde la ultima vez que había sentido su calidez.

-       “¿Qué haces aquí?”- su voz intentaba ser más impersonal de lo que era su cuerpo, sus manos me recorrían, de arriba abajo, sentada en su cama, y sus labios rozaban mi cabello.

-       “Vine por ti”

Nuevamente me alejaba de él y las lagrimas surgían sin que las pudiera contener.

-       “¿Bella y Edward saben que estas aquí?

-       “Si ellos me han traído, mamá esta con Charlie y papá me a dejado en la franja”

-       “Salgamos de aquí antes de que Billy despierte”

No lo había notado, pero mi voz sonaba más alto de lo que debería y el llanto no ayudaba a controlarla.

Jake tomo un suéter, pensé que era para él, pero lo puso sobre mis hombros. Era tanta la prisa que tenia, que no había notado lo fría que estaba la noche y que no tenia abrigo.

Salimos de la casa, por la ventana, como dos fugitivos, y caminamos hacia la playa con forma de media luna.

Aun cuando íbamos tomados de la mano sentía su distancia, era como si pudiera leer en él, el debate que estaba teniendo – hoy todo el mundo parecía debatirse, entre lo que quería y lo correcto-.

-       “Vuelve”- logre decir, muy bajo, para que mi voz no se quebrara.

-       “No vale la pena”- él imito mi susurro.

¿Cómo que no vale la pena?. Yo donde quedo, eso era acaso lo mucho que decía amarme, tanto que era tan simple alejarse de mi.

-       “Solo te retengo, hay cosas más allá de mi, cosas mejores para ti”

-       “¿Cómo hago para que entiendas que ningún insignificante humano es tan bueno para mi como tu?

-       “Insignificante o no eres una de ellos”

-       “Si claro, ¿soy una de ellos porque mi corazón late?, genial, saldré ahora mismo a casarme con uno de ellos, seguro le encantara verse envejecer y que la familia de su mujer este tal cual la primer vez que los vio y ella tan hermosa, como desde el primer día, también”- solté mi mano de la suya, dolida por lo que me decía.

-       “Por favor no- volvió a tomarla- es que no encajo”

-       “No necesitas encajar, no te pido que le gustes a los de la escuela, solo quiero que estés conmigo”

-       “Es que siento, la verdad, que encuentras todo esto de la escuela más importante que yo y no quiero que dejes de hacer cosas por mi”

-       “Maldita sea Jacob Black”- normalmente no me expresaba así, pero no pude evitarlo.

-       “Entiéndeme Nessie”- sus brazos buscaban ofrecerme confianza, seguridad, amor, todo lo que no sentía en esos momentos, momentos en los que solo podía pensar que me dejaba.

Me tire en la arena, incapaz de controlar mis emociones, sentía que algo, más fuerte que yo, me jalaba al suelo, más fuerte incluso que mis ganas de mantenerme de pie. En esos momentos no me reconocía, era como si alguien más estuviese llorando la partida de un ser querido y yo lo mirara desde afuera sufrir. Podía escucharlo a la distancia pedirme que me calmara, sentía su voz, herido por el estarme haciendo daño.

-       “Por favor regresa, no me dejes, quédate conmigo”- le rogué mientras lo besaba desesperadamente, queriendo de él todo lo que no me había dado todavía.

-       “Nessie por favor”- Jacob luchaba para mantener su cabeza despejada.

-       “Es que acaso no lo vez, estoy aquí por ti, todo es por ti”- hablaba entre besos y llanto.

-       “Y yo me fui por ti”- sentí como su cuerpo empezaba a ceder a mi petición, a mis deseos.

-       “Ya no soy una niña Jabob”

 Había logrado recuperar la compostura, ahora era otra cosa la que me invadía, puse mis manos en torno a su rostro, para mostrarle las ultimas horas de mi vida, imágenes llenas de colores sombríos, llanto y desesperación. Le mostré los momentos en que vi mi corazón, tan gráficamente, desprenderse de mi cuerpo, mientras él lo aplastaba entre sus enormes manos, el como me sentía en un laberinto del cual no seria capaz de salir,  en el que moriría, simplemente, perdida, sin nadie que pudiese rescatarme aun cuando escuchaba las palabras de consuelo, y sentía las manos reconfortantes, de mi querida familia. El amor que ellos me proferían no era suficiente, para salvar a esta alma perdida, solo Jacob podría hacerlo.

Aquel hombre, que conocía, tan fuerte y casi indestructible, se abrió por completo a mis emociones, cayo hacia atrás sin contener su llano  y yo me arrastre hasta él para acunarlo en mis brazos.

-       “Perdón, perdóname- era lo único que lograba articular- perdóname mi vida, perdón”

Por primera vez, me sentía la más fuerte de los dos, porque aunque yo era lo bastante fuerte como para defenderme de cualquier cosa, él era casi indestructible. Indestructible, en todo aspecto menos cuando se trataba de mi, su talón de Aquiles.

Lo bese con más deseo todavía, mientras limpiaba con mis labios sus lagrimas, me partía el corazón verlo así.

-       “Ves, separados, eso no es vida”

-       “Perdóname mi amor, perdóname”

-       “Tranquilo mi vida, tu puedes sanarme”- eso era cierto, solo estar con él me sacaría del laberinto, en el que deambulaba sin encontrar la salida.

-       “Iré a donde quieras, estaré en donde me ordenes”- me partía el alma verlo así, todavía no había logrado calmarse entre mis brazos

-       “Entonces volveremos a casa, prometo estar más al pendiente, todo fue en un principio mi culpa, di por sentado que siempre estarías, aun cuando yo no hiciera nada para que te quedaras”

-       “Te amo”- él reconocía la sinceridad de mis palabras.

En ese preciso momento los roles cambiaron, ya no era yo la que reclamaba sus besos, ahora él reclamaba también mi cuerpo, como si intentara aplacar el ardor de sus manos con el frió de mi piel, era la primera vez que me tocaba como un hombre a una mujer, en lugar que con el cuidado que solía hacerlo.

Entre besos y caricias nos quedamos dormidos en la arena y el sol nos despertó, temí abrir los ojos, asustada de que no estuviese allí, de que se hubiese desvanecido con la noche. Me equivocaba allí esta él, sentado, con los brazos rodeando sus piernas, mirándome como a algo maravilloso.

-       “Volveremos”- dijo seguro de lo que me comunicaba.

-       “Esta bien”

-       “Todo estará bien, fue infantil de mi parte salir corriendo”- su voz era tan seria.

-       “No te disculpes más”- quería dejar el ultimo día en el pasado, excepto por anoche.

-       “Lo haré hasta que me sienta mejor conmigo mismo”

Nos levantamos del suelo húmedo y caminamos hacia la reserva, entro a su casa a despedirse de su padre, volvía conmigo a donde quiera que yo fuera.

Salio y me beso, como si hubiese pasado largo tiempo desde la ultima vez que lo hizo, se dirigió a los matorrales para trasformarse, me encanto ver salir a aquel lobo rojizo, que tanto desee ver corriendo junto al carro, unas horas atrás. Subí a su lomo y me coloque como de costumbre; corrió hasta la casa de mi abuelo, donde mis padres nos esperaban.

Volvió a tomar su forma humana, era increíble la facilidad con la que se transformaba. Entramos y todos parecían hablar de las cosas que estaban pasando en sus vidas, mamá le contaba al abuelo de la nueva casa y de los viajes.

Saludamos a todos, que se alegaron por vernos entrar juntos. Ninguno estaba más alegre que yo.

-       “Bueno quiero darme un baño”- anuncie, de verdad que necesitaba un momento a solas.

-       “Esta bien, nosotros arreglaremos todo, para partir”- dijo papá

-       “¿Tiene que ser tan pronto, apenas llegaron anoche?”

-       “Lamentablemente si, Nessie tiene que ir a clases”

-       “Vamos Charlie, no te pongas triste, puedes ir de visita”

-       “Será que iré unos días, pero no hoy, quizás la semana próxima”- era obvio que al abuelo no le gustaba mucho la idea de viajar rodeado de cosas anormales, a su realidad, pero era mucho, también, el deseo de pasar unos días con nosotros.

-       “Perfecto”- dijo mamá mientras lo rodeaba en un abrazo.

Empecé a subir las escaleras rumbo al baño, estaba muy cansada, aunque anoche había dormido, considerablemente, mejor que la noche anterior.

Escuche a Jake hablar con papá.

-       “Tenemos que hablar”

-       “Será después, me alegra que reaccionaras amigo”

No sabia de que seria esa conversación, pero seria algo que averiguaría después, por los momentos solo quería descansar y disfrutar de lo que tenia. Mi Jacob Black.  

6 comentarios:

Natysh dijo...

Wow! chica, si que vas rápido ^.^

Sara Cullen dijo...

jejeje... tu crees??? jejejeje pero te gusto o no????

Natysh dijo...

esta buenísimo... cada vez mejor y mas interesante... ^.^

Kiero maasss ^.^

Iosune dijo...

A mi tambien me gusta un montón, aunque preferiría que se centrase más la historia en Nessie y Jacob. Aunque Edward y Bella también es interesante, creo que ya los tengo un poco demasiado oídos. Me gusta que narre Nessie y también me gustaría que lo hiciera Jake, como en Amanecer. La historia es super enganchante. Quiero saber sobre qué es la conversación entre Edward y Jake...

Kiero más....

Sara Cullen dijo...

mi gran amor es Edward así que creo que es por eso que muestro mas de el y B, pero el capitulo de la conversación lo narra Jake....

Gracias.....

Unknown dijo...

woa! que super te esta todooo
me encantaaa jeje es que wua!
aunque mm.. me da cosas Nessie
es super la parejita pero jeje aun lo siento extraño dentro de mi ..ya que yo amaba la pasion que tenia Jacob por Bella y luego de la noche a la mañana se emprima de la hija de su en ese tiempo "amada" xD asi que desde esa vez Nessie como que me da cosas jeje y todos se esperaban que fuese consentida ..la verdad quien no quisiese ser ella xD pero aun asi es como meterse con el ex de tu madre jeje pero al fin y al cabo es cosa mia espero superarlo xD sigue asi jeje mi pareja favorita como siempre es Ed y B ♥ wuaa y cuando Mike la vio wow!! sii que casi me da unas ganas de llorar wuaaa es que todas nos identificamos con Bella y es algo asi como ver a un viejo amigo y no poder hablarle T________T pobre ella se quedo petrificada ;o; !! Animos sigue asi !!