lunes, 6 de octubre de 2008

Capitulo XVII Asechada

Este fin de semana ha sido, sin duda, de los mejores de mi existencia, a pesar que he estado lejos de mi familia, aunque para maravilla mía, Edward ha sido mi compañía en las sombras de la habitación, que he ocupado en New York.
He paseado por las calles de una de las ciudades que se consideran capital de mundo, dejando atrás mis temores, por lo menos por momentos.
Cristy y Bibiana están simplemente encantadas con nuestra visita, y hechizadas bajo los encantos de Edward -lo hace apropósito y me divierte verlo entretenerlas-.
- “Amiga- sentí que tocaban a la puerta- ¿puedo pasar?”- era Cristina
- “Claro”
- “No sé si estoy bien arreglada, odio que Edward no dijera a donde vamos”
Cristy llevaba puesto un vestido vaporoso de un lila claro mientras que yo usaba uno azul marino –el azul había sido el color del fin de semana- ceñido al cuerpo.
- “Estas perfecta- podía sentir como me miraba de arriba abajo mientras yo intentaba hacer algo con mi cabello- dijo que era formal y yo te veo formal”
- “Tienes que ver a Bi, la pobre se ha cambiado una y otra vez”
- “Me lo imagino”- comente entre risitas
- “Por cierto, como que van en buen camino”- dijo dejando de mirarme para concentrarse en la imagen del espejo
- “¿Por buen camino?”
- “Vamos, no te hagas la que no sabe nada, sabes perfectamente a lo que me refiero”
- “¿A Edward?”- pregunte con tono inocente, como si no tuviera idea de que estaba hablando.
- “Obvio, ha sido tan atento y la verdad no me creo que este visitando a unos amigos de la familia, para mi que vino hasta aquí solo por ti”
- “Seria lindo”
La conversación se interrumpió –ya yo lo venia venir- alguien tocaba el timbre de la puerta. Bibiana se apresuro a abrir y pude escuchar como recibía efusivamente a Edward, que también la saludaba con muchas atenciones, todas propias de un caballero, no de un joven de Secundaria.
Cristy se dio una ultima, rápida, mirada al espejo y luego me miro a mi, como quien aprobaba mi vestuario de esa noche – cuando llegara a casa tenia que agradecerle a Alice, por lo que escogió para mi-.
- “Tenemos que salir, muero por verle la cara cuando te vea”
Dejamos la habitación, Edward estaba de pie junto al tope de la cocina, de espaldas a nuestra posición, vestido con un traje negro y una camisa azul con corbata a juego. Cuando me miro, lo hizo como lo hace siempre, como si fuera la primera vez, como si no me hubiese visto otras tantas veces.
Se acerco a nosotras y nos saludo, imagino que algo en los pensamientos de las muchachas, le habrá dado luz verde para detenerse un poco más, de lo requerido, en mi mejilla y acariciar mi brazo, pude sentirlas suspirar como quien ve una escena romántica de una película.
- “Combinamos, quien lo imaginaria”- dijo sonriéndome ampliamente
- “Pues si, no me había fijado”
- “Y… ¿A dónde vamos?”- pregunto Bibiana, ambas estaban impacientes por saber si estaban bien vestidas
- “Bueno me pareció que ya que hoy es la ultima noche en la ciudad, que mejor que una experiencia high level, típica de New York”- sonreía complacido
- “¿Y cual podría ser esa experiencia?”
- “No sé si les guste la idea- claro que lo sabia- claro que si no es de su agrado no hay problema y cambiamos de planes, tengo entradas para ver Gisselle
- “¿Ballet?”- dijo Bi más para si misma.
- “Si, pero no tenemos que ir, si no quieren, no tengo problema”
- “Claro que queremos ir”- contesto Cristy, de manera tan efusiva como su hermana.
- “Perfecto, entonces terminen de hacer lo que tengan que hacer y nos vamos”
Nos quedamos solos en la sala, mientras las hermanas salían a sus habitaciones, en busca de sus abrigos. Fue nuestro momento para un beso furtivo y un cálido abrazo.
- “¿Ballet?¿Gisselle?”- me limite a decir mientras todavía me retenía en brazos.
- “Supuse que a ti te encantaría, siempre hablas de ver algo más cultural –dijo entre risas- y a ellas les trae buenos recuerdos, fue lo primero que vieron en la ciudad”
- “Tu siempre tan atento”- y le di otro beso para separarnos, las puertas se estaban abriendo.
Por un momento sentí que él no las había escuchado, que no había escuchado en sus pensamientos el como se acercaban a las puertas, casi nos toman desprevenidos.
- “Amor, no me bloquees”- dijo por lo bajo. Mi temor fue confirmado.
No me quedo otra que asentir, como si yo fuese quien no lo dejaba escuchar, no me atrevía a decir nada, porque ya alguna vez me había pasado, que bloqueaba todo para él sin darme cuenta, pero eso solo fue cuando estaba empezando con mis poderes, hace mucho.
Salimos del apartamento rumbo al teatro, Edward caminaba a nuestra altura pero siempre se adelantaba un poco para mantener las puertas abiertas para que nosotras pasáramos.
Ya en el teatro, un acomodador nos guío al balcón privado, en el que se encontraban nuestros asientos, por lo que asumí que seguramente estas entradas le habían costado más de lo que me podía imaginar, y tuve la sensación de que Bibiana y Cristina pensaron lo mismo en ese momento.
Bajaron las luces, empezó una bella melodía y subieron el telón, me encontraba junto a él, por lo que se tomo la libertad de tomar mi mano entre las suyas. Estaba nerviosa todavía por lo que me había dicho, en el apartamento. Deje caer mi escudo para envolver a Edward, conmigo. No escuche nada, no vi nada en su mente, no reacciono a la utilización de mi don, intente entonces mostrarle lo que fuese, cualquier cosa –estaba empezando a desesperarme sola- y nada, por un momento volteo a verme y pensé que finalmente había funcionado, pero pronto me di cuenta de que me equivocaba.
- “Gracias por el silencio”- me dijo muy bajo, al tiempo que me dedicaba una sonrisa despreocupada.
¿Gracias por el silencio?, acostumbraba a darle paz cuando sabia que tantos pensamientos juntos lo aturdían, sobre todo cuando estábamos con Emmett y Rose, que tienden a revivir en sus mentes una y otra vez, sus aventuras; pero en este momento no le estaba dando silencio, estaba intentado que viera en mi mente a gritos y no estaba funcionando. No podía alegar un mal uso de mi poder, porque si algo tengo es el que me conozco a la perfección y sé como funciona cada cosa. Sabia que yo estaba bien, que no había ningún desperfecto conmigo ¿Habría entonces algo malo con él?
Estaba allí, sentada, viendo al frente sin ver nada, consumiéndome en los nervios, bajo mi perfecta fachada, no quería alarmar a nadie, debía encontrarle a esto una explicación lógica.
Llego el intermedio de la obra, tenia que tomar aire, así que me levante, Cristy y Bibiana se quedaron en compañía de Edward, que por lo que decían sus ojos hubiese preferido ir conmigo, pero no era propio que dejara a dos señoritas solas por ir detrás de la que estaba cortejando y menos cuando él las había invitado a que le hicieran compañía.
Agradecí el ir sola, no podría mantenerme en calma si él iba conmigo. Camine por lo pasillos del teatro, estaba rodeada de gente.
- “Bella- escuche una voz, capaz de seducir a cualquiera – Bella”
Mire en todas direcciones esperando reconocer a alguien, pero ¿Quién podría reconocerme aquí, a quien podría reconocer yo?. Además no recordaba esa voz, no la había escuchado nunca antes.
- “Bella, ven a mi”
Me concentre en el aire, entre el aroma de perfumes, whisky, cigarrillos y sangre humana, había un olor vainillado, un olor que tenia el toque de quien es como yo, un olor que sin embargo no reconocía.
Había otra vampiro en la sala.
- “Bella- repetía mi nombre una y otra vez, con ese mismo toque de seducción- llego la hora”
Salí caminando, a una velocidad anormal, entres las personas que estaban en el vestíbulo, me dirigía a donde estaba Edward, justo antes de empezar a subir las escaleras escuche la voz nuevamente, la escuchaba salir de una puerta que estaba antes de empezar a subir.
- “Vamos Bella, sabes que quieres”
Me detuve en seco y camine hacia aquella puerta, al abrirla me di cuenta que estaba en alguna especie de cuarto o corredor donde guardaban maquinarias de teatro, muñecos y telas.
Me moví, torpemente, entre toda aquella instrumentaría, procurando no tropezar, sentía como se aceleraba mi respiración, llenando mis pulmones de ese aroma tan familiar y desconocido a la vez. Deseaba equivocarme, deseaba estarme pasando algo por alto, deseando que fuese a un viejo amigo que no recordaba.
En ese momento lo vi, estaba de pie, ante mi.
Vestía ropas negras, muy bien llevadas. Con una belleza sobre natural, ojos carmesí y rizos rubios peinados o despeinados. Aquel hombre, tenia aires a modelo, su belleza era muy distinta a la mía, a la de mi familia, pero sin duda alguna era como yo, o mejor dicho era lo mimos que yo, aunque sus ojos me delataban una dieta distinta.
No podía moverme, no sabia si era la impresión de encontrarme con ese ser, que la verdad hubiese preferido fuese producto de mi imaginación, o era algo que él me producía. Estaba allí parada, con los pies clavados al suelo.
- “Bella”- repitió mi nombre y esta vez el pánico se apodero de mi, provocando que diera un paso atrás, haciéndome tropezar con un trasto.
- “¿Quién eres?”- dije y mi voz revelo mi miedo al temblar.
- “Veamos, ¿por donde empiezo?- sus palabras eran más para él que para mi- ¿tienes miedo?”- pregunto divertido
No pude contestar, en parte porque sabia que si decía que no estaría mintiendo y por otro lado no me creía capaz de mentir de forma convincente.
- “Claro que tienes miedo, se te nota, en esos asquerosos ojos dorados – camino hacia mi, con paso juguetón- ¿Cómo puedes ser feliz con lo que eres, acaso no sabes que eres un monstruo, una abominación de la naturaleza?”- ya su voz no era tan dulce, aunque seguí siendo magnética.
- “Yo lo decidí así”- dije de la forma más neutral que pude
- “Lo sé, sé que le rogaste a Edward – escuchar su nombre en aquella voz me hizo sentir desfallecer- que te convirtiera, que te condenara a esto, que te maldijera”- en su voz crecía una ira, que era innegable.
- “Basta”- logre decir y parecía que rompía el magnetismo que tenia en mi, aquel hombre.
- “Basta, suena tan débil viniendo de ti- mire hacia la puerta pensando en correr o deseando que apareciera Edward- no vendrá”
- “¿A que te refieres?”- dije aun más asustada. Me sentía como una pequeña presa frente aun gran depredador
- “Piensa que le haces el favor de bloquear pensamientos a tu paso para que disfrute de la obra”
- “Pero….”
- “No eres tu, y nada esta mal contigo o con él. Soy yo, todo esto es por mi. No te imaginas lo mucho que me voy a divertir jugando contigo, bueno con todos ustedes”
- “No me puedes hacer nada”- dije segura de mi escudo
- “Eso es cierto, solo puedo usar mi intuición para jugar contigo, y tal parece que no me equivoque, amigos y familia son tu gran preocupación, eres capaz de sacrificarte por cualquiera de ellos por lo visto- ahora estaba tan cerca como para jugar con un mechón suelto de mi cabello- así que contigo tendré que ser real, nada de trucos mentales, nada de ilusiones, tu dolor será real, tus heridas, tus miedos, tu pesadillas, todas serán reales, todo quedara destruido a tu paso, en cambio ellos solo van estar metidos en un mal sueño; eso si, cuando despierten se van a dar cuenta de que no son nada maravillosos, que no importa cuanto lo intentaran, esto no es vida, no hay nada que justifique esta existencia, no hay porque estar agradecidos, no hay porque ser felices.”
- “Basta, basta”- apenas me salía un hilo de voz y si pudiese llorar lo estaría haciendo.
- “Tranquila pequeña, es más divertido hacerte saber que no importa cuanto corras ni cuantas veces levantes tu escudo una vez que tengo el objetivo visto nada lo puede ocultar de mi. Voy a estar a partir de esta noche en cada sombra que veas, en cada cuarto vacío, gracias a tu desperfecto no sé cuanto tiempo tengo antes de que dejes de ser divertida, pero créelo así te vayas al fin del mundo o te entierres en el hielo de la Antártica allí voy a estar, para hacer de tu vida una eterna pesadilla”- su odio me golpeaba como una roca.
- “No podrás con nosotros”
- “No me hace falta hacer nada y lo sabes, el simple miedo se los consumirá y luego jugare con lo que quede de ustedes. Todavía pienso en que hacer contigo, es una lastima que no puedas divertirte al igual que el resto de tu bella familia”
Se acerco más todavía y beso mi mejilla, en ese momento algo en mi reacciono y lo empuje con tanta fuerza como el pánico me permitía. Cayó sobre unas cajas y yo salí corriendo a la puerta pero antes de que pudiera poner la mano en la manilla me vi elevada por los aires. Envuelta en una nube fucsia.
- “Uy no te lo dije, no solo jugo con mentes, como veras esto no es una ilusión”
Aquella nube era como una mano que me sostenía, pegada a la pared, sentí como mi piel se iba calentando, como hervía y me respiración se hacia pesada, como todo en mi se hacia pesado. Deseaba gritar pero el sonido no salía de mi boca.
- “Sin gritar mi querida Bella- dijo con una sonrisa que me mostraba todos sus dientes- ahora serás asechada por mi. Adiós, Bella nos veremos pronto”
Con esas ultimas palabras caí al suelo, jadeando y vi marcas rojas en mis brazos. La puerta se abrió repentinamente y fue como la luz al final del túnel. Edward estaba de pie en el umbral. Al verme en el suelo salio corriendo para ayudarme a levantar, él veía las mismas marcas en mi, que mis ojos ya me habían mostrado.
- “¿Qué paso?”- le escuche decir desesperado. Sus manos recorrían todo mi cuerpo, comprobando que estuviera bien, mientras yo lloraba sin lágrimas
- “No soy yo… Edward no soy yo… yo no… te … bloquee… no soy yo”
Sentí como todo su cuerpo se tensaba. Miraba en mis ojos buscando una respuesta, una respuesta que yo no tenia, había pasado a ser de un buen fin de semana a una pesadilla. Sabia que ahora no teníamos tiempo, en cualquier momento nos atacaría, o nos atacarían, no podíamos saber si era él solo. Yo en particular no creía que fuese él solo, nadie en su sano juicio se enfrentaría a ocho vampiros si no pretendía morir.
Terminamos de ver la obra, mis marcas solo eran visibles para nosotros dos, ningún humano seria capaz de verlas. El camino de regreso al apartamento fue silencioso por parte nuestra aunque de vez en cuando hacíamos algún comentario.
No podía dejar de repetir en mi mente una y otra vez lo que acababa de pasarme, al tiempo que pensaba cuales eran mis opciones, debía existir algo que pudiera hacer.
Aun no habíamos llegado a la casa cuando sonó el celular, en el bolsillo de Edward. Contesto sin ver quien era.
- “Si”- dijo serio
- “Los perdí, Edward no los veo ¿Dónde están?”- del otro lado de la línea podía escuchar la voz, angustiada, de Alice
- “Saliendo del teatro”
- “¿Están bien?”
- “No del todo- la llamada se corto, Alice había colgado- ¿en serio?... Salgo para allá ya mismo”- mire a Edward con incertidumbre, le estaba hablando a la nada
- “¿Sucedió algo?”- pregunto Cristy, que de pronto prestaba atención a los puestos delanteros
- “Es mi madre, parece que la van a operar de emergencia”- Edward si que sabia mentir
- “¿En serio que mal?”- dijo ahora Bi compadeciéndose de lo que Edward decía
- “Si tengo que ir a verla, siento no poder seguir con ustedes”
Sin darnos cuenta ya estábamos frente al edificio donde vivía Bibiana, bajamos del carro y Edward nos acompaño hasta la puerta. Cristy me tomo del brazo y me retuvo unos pasos atrás.
- “Deberías ir con él, se ve preocupado- estábamos más preocupados que lo que ella pudiera imaginar- yo me voy mañana tranquila. Después de todo tu vives allí también”
- “Pero Cristy…”
- “Nada Bells, Edward te necesita ahorita
- “Gracias…-mire a Edward y asintió levemente- te dejo mi carro para que te vayas, no lo tienes que llevar a la casa, no sé si estemos allí, yo lo recojo el lunes en el Instituto”
- “¿Segura?”
- “Segurísima, no tiene gracia que vayamos en dos carros”
- “Ok
Me acerque a Edward y tome su mano, él se sorprendió de que hiciera eso, pero la verdad lo que menos quería era seguir aparentando la distancia que teníamos.
- “Voy contigo- vi que tenia intenciones de decir algo- sin peros
Subimos al apartamento para buscar mis cosas, empaque súper rápido y salí más rápido aun, dando las gracias por la hospitalidad de Bibiana y deseándoles que terminaran bien el fin de semana.
Edward, esperaba paciente en la sala, yo me despedía como si no fuese a ver más nunca este lugar o más nunca a mi amiga. Eso partió el corazón que no latía en mi pecho.
Me despedí por última vez, cuando ya estábamos frente al carro y Edward me abría la puerta. Guarde en mi mente la imagen de mis dos amigas, ya no sabia que pasaría, todo podría cambiar, ya todo era distinto.

9 comentarios:

Sara Cullen dijo...

Bueno deben estar seguros de que espero comentarios jejejeje

Sara Cullen dijo...

las preguntas que se deben estar haciendo:
¿quien es este tipo?¿como sabe ¿tanto de los cullen?
¿por que dice que Bella esta maldita, que todos estan condenados?

eso lo sabran más adelante porque este personaje tendra su propio cap.

Natysh dijo...

Pues sí... todas esa preguntas me las hice mientras leí el capítulo... que por cierto estaba muy buenooo ^^
otra pregunta que me hice fue... ¿qué criatura es? ¿es un vampiro como ellos? ¿por qué no reconocen su olor?

Realmente espero que no te demores tanto en subir el siguiente...

Sara Cullen dijo...

lo que te puedo decir por los momentos es que si, es un vampiro... lo convirtio alguie que nadie se imaginaria y por eso es un resentido...

y como cada vampiro tiene su olor (creo que ya he descrito el olor de otros) Bella deseaba poder haber olvidado el olor de su vistante.

Es de los vampiros que aparecieron aquel dia en la escuela, los que son capaces de bloquear las habilidades de Alice y e Edward

tefy dijo...

oie, gracias por subirlo esta genial. y la vdd si me quede
con esas dudas
espero escribas
pronto!!!!
XD sigue haci.

Sara Cullen dijo...

Vieron es que todo esta friamente calculado....

Por favor, me encanta leer sus comentarios -es la parte del trabajo que mas me gusta- asi que, please sigan comentando.......

tefy dijo...

oie! y cuando subes el siguiente,
es que en vdd escribes muy pero muy bien, y me dejaste picada jeje. =D

Anónimo dijo...

waaaa Sara!!
esta geniaaal!
no habia tenido tiempo de seguir leyendo!
pero tu fic esta genial!
lo amo!
me encanta!
sigue asi plis!
no pares de escribir!
y apreciate, si eres buena escritora!
besos sagrientos!

||"*!* Bree *!*"||

Laura G. dijo...

*----------------------------*
Saraaaaaaaaa TE AMOOO!
<3<3<3<3<3
Escribes demasiado geniaaaaal!
*hugs sara*
*w* si me dejaste picada con las dudas, pero no importa oxo seguire leyendooo!
pero... me frusta saber que no me falta a mi velocidad de lectura @.@
<3 sigueee escribiendooo oxo!

Love Ya!

||~· Angela Weber ·~||