Capitulo XXI Visitantes
Los días pasaron sin más alboroto, todos sabíamos que era lo que sucedía, el riesgo que corríamos, pero en nombre de la salud mental de la familia habíamos dejado las discusiones con respecto al tema de lado.
Sabía que, aun así, Edward y Carlisle, de vez en cuando, si comentaban, solo entre ellos, al respecto. En ocasiones era imposible que Edward pudiese ocultarme que había hablado sobre nuestro enemigo, no porque me comentara algo directamente, sino porque sus ojos lo delataban, por más que intentara sonreír, sus ojos no eran capaces de tomar el brillo que tanto amaba ver en ellos.
Alice comenzaba, poco a poco, a ser el duendecillo saltarín que todos conocíamos, pero sin embargo, una sombra parecía haberse instalado sobre ella, lo notaba porque la conocía bien, por más que intentara disimular, por momentos, cuando quedaba sola o por lo menos eso era lo que ella creía era como si se apagara, como si bajara la intensidad de su energía, como si ya no tuviera que sostener una fachada; esa conducta me era familiar, porque mucho que me había valido de ella cuando era humana, perfeccionando así la técnica; no podía evitar preocuparme, Alice no era así, y a pesar que los días trascurrían no me atrevía a preguntar sobre su visión, sentía que si se desmoronaba nuevamente, quizás esta vez, no seria tan fácil que se recuperara.
El lunes siguiente, a nuestra visita a New York, Cristy llevo mi carro al Instituto, tal como lo habíamos acordado, se ofreció a buscarme en la casa, pero me negué; así que, ese lunes llegue del brazo de Edward, las miradas, sobre nosotros, no se hicieron esperar, muchos eran los comentarios de pasillo, que surgieron desde el mismo momento en el que había bajado del Volvo, mientras él me abría la puerta.
La verdad era un alivio ya no tener que ocultarnos y Cristy nos dedicaba miradas de suficiencia y complicidad, según me dijo Edward eso se debía a que sentía que el haber pasado el fin de semana con ella, había sido la estocada final para que lo nuestro se hiciera oficial. El saber eso me alegraba y me hería, ella si que sabía ser una verdadera amiga y yo no hacia más que mentirle, logrando solo ponerla en peligro.
La semana siguió con calma, había sustituido, hasta nuevo aviso, ir en mi auto a ninguna parte, ahora era Edward el que siempre me acompañaba y el resto de la familia se movía en la camioneta de Emmett.
Tuvimos, prácticamente, que botar a Nessie de nuestra mesa del comedor, a pesar que no era un secreto para ninguno que deseaba estar con sus amigos, Robert, Peter, Kristen y Catherine, se negaba a dejarnos solos, había hecho una rutina de la casa al Instituto y del Instituto a casa, solo iba a algún otro lado si era con alguno de nosotros. Así que, el jueves Emmett se negó a recibirla en la mesa y logro que todos participáramos del querer hacerla entender, que dejando de actuar normal no lograba nada.
- “Hoy no se sentara aquí”- había dicho Emmett, mientras colocaba su bandeja en la mesa
- “Déjala”- dije despegar mi rostro del brazo de Edward
- “Vamos hermanita, sabes que esto no esta bien, solo hay que ver como la miran sus amigos y como los mira ella. Es como si sintiera obligada a estar con nosotros”- Emmett no tendía a ser serio pero en momentos como este mostraba ese lado de él.
- “Tiene razón- dijo Edward- hasta Jacob reconoce que esta mal que este aquí por sentirse obligada a algo”
- “Debo decir que si lo reconoce el perro, hay que tomarlo en cuenta”- era raro que Rose hablara en ese sentido con franqueza y no sarcasmo.
- “Vamos Bella, no será como si la botaras de casa, solo le darás a entender que esta bien que quiera estar con sus amigos- dijo Jasper, al parecer todos estaban en mi contra- el que este con nosotros no evitara que pase lo que tenga que pasar”- sus ultimas palabras fueron casi un murmullo inaudible, pero todos se envararon, obviamente todos lo habíamos escuchado.
Y de ese modo la conversación siguió un poco más, hasta que Nessie se aproximaba, seguida de cerca por Jake, todos hablaron y expusieron sus puntos de porque debía ir a sentarse con sus amigos, yo no dije nada, aunque sabia que eso era algo que teníamos que hacer, que yo tenia que hacer, después de todo la noche que regresamos había decidido que si tenia que dejar a mi hija, la dejaría lo mejor preparada posible, para que pudiese enfrentarse a lo que le tocase vivir, si la realidad que se avecinaba era la peor que podía esperar.
En cuanto al Instituto, los planes para el baile iban en aumento, parecía ser el tema de conversación favorito para todo el alumnado. Cristy se apresuro en esos días a proponer una salida de chicas, para ir en busca del vestido perfecto, Nessie había aceptado, antes de que pudiera decir nada, había sugerido la compañía de Rose y Alice, y supuse que esa, de seguro, era una ocasión para recuperar más de la Alice que tanto amábamos, dudaba que una verdadera salida de compras no la animara. La salida se daría el siguiente fin de semana y no este, porque mi amiga tenía que esperar el día de paga.
El viernes mientras esperaba, en nuestra mesa del comedor a Edward, que hacia la fila para pagar lo que llevaba en su bandeja –obviamente había tomado suficiente para dos- vi como maniobraba manteniendo el perfecto equilibrio de todo lo que sostenía y a la vez sacaba de su bolsillo su móvil, pude escuchar como saludaba a Carlisle, respondió afirmativamente a un par de preguntas que este, supuse, le formulaba y colgó.
- “Sabes no deberías ser tan perfecto”- le dije mientras se sentaba a mi lado
- “¿Ah?... ¿a que te refieres?”- pregunto con la confusión en el rostro
- “Que a cualquiera aquí se le habría caído por lo menos una cosa de la bandeja mientras intenta sacar el celular de su bolsillo”- mi tono de falso reproche definitivamente le resultaba divertido y me siguió el juego
- “Cierto, la próxima vez dejare caer algo, solo si tu procuras no verte tan perfecta en la siguiente clase de gimnasia, quizás de ese modo algunas dejen de preguntarse si vendiste el alma al diablo para estar siempre tan radiante”
Pasamos la hora de almuerzo tranquilos, Emmett hablaba de sus ganas de ir de cacería y los chicos se apuntaron a su plan; mientras que Rose comentaba sobre la pequeña reunión que daría la gente del hospital, en motivo a su aniversario, ya habíamos pactado asistir, aunque Carlisle nos había dicho que no era, verdaderamente, necesario, aun así todos acordamos acompañarlo ese día.
Terminamos las clases, Edward y yo llevamos a Cristy a su casa, no siempre éramos nosotros quienes la llevábamos, a veces lo hacia Cristian, pero ese viernes no había asistido al Instituto.
Ella estaba sorprendida de lo rápido que había avanzado nuestra relación, pero aun así se mostraba feliz al respecto.
Después de dejar a mi amiga en su casa, Edward y yo nos dirigimos a la nuestra. Íbamos lento, sin prisa por llegar. Al encontrarnos con el camino de gravilla, un olor familiar me golpeo – y con familiar no me refiero a que fuera de alguien que vive con nosotros- vi a Edward y pude notar como se formaba en sus perfectas facciones, una amplia sonrisa, él también había reconocido aquel aroma. De pronto recordé cuando lo vi hablando en el comedor por su celular.
- “¿Qué quería Carlisle cuando llamo?”- me apresure a preguntarle
- “Carlisle- hizo como quien no sabia a que me refería- no sé de que hablas Bella”- sabia que estaba intentando contener una oleada de risa. Bajo aun más la velocidad.
- “Edward”- chille
- “Pero Bella…”- no termino su frase, ya habíamos parado frente a la mansión y yo había salido a toda marcha del auto.
Afuera de la casa no había nada que me confirmara lo que mi olfato me gritaba, de hecho lo que me gritaban todos mis sentidos.
Corrí dentro de la casa y allí la vi, parada con una amplia sonrisa frente a mi. Esperando con ansias nuestra llegada. Esa escena me alegraba y borraba de mi mente estas últimas largas noches, en que hubiese deseado poder dormir, para descansar de los malos recuerdos –porque aun cuando Edward intentaban mantener los malos pensamientos a raya a punta de sus besos, ellos siempre volvían a mi-.
Me abalance sobre aquella mujer y la estreche en brazos como no lo había hecho en años, respirando su aroma, llenando mis sentidos de ella, el olor de su sangre no me afectaba.
- “Y bueno… ¿será que mi guapo yerno no pretende saludarme?”- dijo separándose un poco de mi. Odie que surgiera esa distancia.
- “¿Cómo estas Renée?”- dijo Edward educadamente mientras la abrazaba también
- “No también como ustedes, siguen iguales”
Renée de cierto modo sabia lo que éramos, al igual que Charlie, pero tampoco habíamos profundizado mucho en explicaciones, así que, no estábamos rompiendo ninguna regla de los Vulturis; ella era a la que menos había visto en los últimos diez años, ya no eran solo Phil y ella sino que estaba también el pequeño Andrew, que tenia tan solo 7 años; pensé que Renée dejaría de lado su espíritu joven, ahora que era madre por segunda vez, pero me había equivocado ampliamente, seguía siendo la misma y así la adoraba.
- “¿Y Andy?”- pregunte un tanto ansiosa
- “Ha tenido que quedarse con Phil, como ahora juega en la liga infantil”
- “Mamá no sabes cuanto me sorprende que estés aquí”- dije tomándola del brazo para sentarnos en la sala
- “Así que, no sabias nada –miro hacia Edward y le guiño el ojo- pensé que Edward no era capaz de ocultarte nada”
- “Bueno Renée- siempre procuraba llamarla así porque mi madre insistían en ser muy joven para ser suegra. Y de cierto modo tenia razón- es solo que quería darle una sorpresa”- en ese momento Edward me tomo del brazo y me giro hacia el comedor.
Estaba tan alegre de ver a mi madre allí y su aroma era tan intoxicante que no había reparado en los otros aromas que había en la casa. Cuando me gire lo vi, de pie junto a la mesa del comedor, con Nessie a su lado, parecía que habían estado conversando.
- “Pensé que no saludarías a tu padre”- dijo aquella voz viendo hacia el suelo
- “Papá”- me limite a decir, mientras corría también a sus brazos, desde el día de mi boda con Edward había dejado de llamarlo Charlie.
- “Te dije que vendría a verte pronto”- dijo mientras nos separábamos
- “Siempre prometes los mismo y sino es que Alice te obliga no lo cumples”- dije recordando tantas ocasiones en que Al había tenido que irlo a buscar para que cumpliera sus promesas de acompañarnos.
- “Esta ocasión no ha sido muy distinta”- dijo entrando al comedor una mucho más anima Alice, en comparación a principios de la semana.
- “Bueno pero no he venido solo”- dijo mi padre dirigiéndose a la cocina y yo claro, siguiéndolo de cerca
En ese momento otros aromas me golpearon y supe a quien se refería papá, claro esta vez no me hizo falta decir o que me dijeran nada; de la cocina salio corriendo un joven alto, mucho más alto y musculoso de lo que recordaba.
- “Bella, Edward”- nos saludo a cada uno con un abrazo
- “Set”- dijo Edward, mientras se estrechaban.
- “Hola Bella”- se limito a decir Sue
- “Hola, me alegra muchísimo que vinieran”
En ese momento entro a la casa, por la puerta de atrás, Jacob con Leah, quien también me saludo, un poco más reservada, de la manera que lo hacia cada vez que nos veíamos.
Me encantaba tenerlos en casa.
Me dirigí hacia Edward y le di un beso fugaz, en la mejilla, sabia perfectamente que ellos estaban aquí gracias a Carlisle que seguramente los había llamado y bueno Edward se merecía el beso por haber colaborado en la sorpresa.
Esme llamo a mis padres y a Sue, para que la acompañaran a hacer algo de comer, eso me pareció raro, pero de pronto lo entendí todo cuando vi que el resto se acercaba al entarimado donde estaba el piano.
- “Sentimos la demora”- dijo Set viendo a Jacob
- “Tranquilo, tampoco ha pasado la gran cosa, además es genial que aprovecharan para traer a Charlie”- respondió él, realmente aun cuando no le gustaba, sabia ser un buen Macho Alfa
- “Bueno si, por eso también hemos tardo, hubiese sido más rápido venir corriendo”- dijo Leah con un tono de enfado
- “Bueno lo importante es que ya llegaron”- mis sospechas fueron confirmadas por el tono serio de Emmett, habían venido para estar presentes cuando se diera la batalla.
En ese momento me percate de que los ojos de Alice se descolocaban y que Edward reía por lo que fuera que viera en la mente de su hermana; entonces, sentí como dos aromas, también familiares, entraban a la carrera al camino que daba a la casa.
- “Ya era hora”- dijo Alice con el ceño fruncido
- “Siempre son así y lo sabes”- contesto Jasper rodeándola con sus brazos
A los segundos el timbre de la casa sonó y Carlisle se apresuro a abrir la puerta, ya todos sabíamos quienes eran pero igual fue un sentimiento muy grato confirmarlo con los ojos.
Garrett y Kate estaban de pie frente a nosotros; estos dos habían hecho de cierto modo una mezcla de sus estilos de vida, él básicamente un nómada errante y ella una vegetariana, durante diez años se habían dedicado a viajar por el mundo, aunque pasaban largas temporadas con nosotros o con la familia de Kate en Alaska.
- “Chicas”- grito Kate, corriendo a nuestro encuentro. Rose, Alice y yo nos abrazamos a ella
- “Llegan tarde”- reclamo Alice
- “Es que Garrett quiso hacer una parada, para comer primero”- algo en su mirada me dijo que había sido más que una parada para comer
Mi familia había llamado a un grupo de amigos para ayudarnos en lo que fuera a lo que nos enfrentábamos, sabia perfectamente que esa ayuda no estaría de más; aunque claro esta, mis padres tendrían que estar fuera de este sitio antes de que pasara lo peor.
Escuche a los chicos hablar de nuevas apuestas, siempre que se reunían era lo mismo, yo me mantuve a ratos hablando con mis padres y con las chicas, era interesante como Kate comentaba sobre sus aventuras de los últimos años con Garrett, de verdad que hacían una hermosa pareja, un tanto disfuncional a veces, pero hermosa al fin de cuentas.
Renée se entretuvo contándonos de sus nuevos pasatiempos y yo estaba absorta en como se entusiasmaba al hablar de ellos, nos mostró fotos del pequeño Andrew, si que había crecido desde la ultima vez que lo vi, era raro ser su hermana y no poder pasar tanto tiempo como me hubiese gustado con él, aunque siempre que lo veíamos, era muy lindo con nosotros, adoraba jugar con Edward, así que, comprobé que a lo mejor la culpa de que no tenga un sentido del peligro racional, tenia que atribuírsela a mi madre.
Mientras hablábamos, pude escuchar como rugía su estomago, había olvidado que aunque nosotros no tuviéramos que comer, todos los humanos que estaban en la casa si tenían que hacerlo. No fue necesario que dijera nada porque de un brinco Jasper y Emmett se pusieron de pie.
- “Creo que ya es hora de que vayamos por la comida”- dijo Emmett
- “¿Ir por la comida?”- me sorprendió que dijeran ir, pensé que cocinaríamos en casa, pero después se me ocurrió que seguramente habrían planeado algo más especial que una comida casera
- “Si, Alice ha llamado a un muy buen restorán y a hecho el encargo”
Sin más que decir salieron por la puerta principal, rumbo a la camioneta y yo pude seguir allí sentada; hubo un momento en que estuve perdida en mis pensamientos, me percate de lo feliz que era papá con Sue y de lo bien que se había acostumbrado, a pesar de todo, a mi disfuncional familia, simplemente no había reparado en lo que éramos; mamá seguía siendo la misma que recordaba, con unas cuantas arrugas más, que creo solo las veía porque a estos ojos no se les puede ocultar nada; estábamos todos como si no pasara nada, oyendo las anécdotas y contando las propias, Nessie y Jake se dedicaban sonrisas y se hacían bromas de cuando en cuando; todos participaban en esa reunión, y yo estaba encantada de lo que habíamos logrado, en algún momento había temido, porque sabia el peligro que representábamos para mi familia mortal, pero ya las cosas parecían tomar un muy buen rumbo. Justo cuando los pensamientos viajaban a los caminos más agradable recordé el motivo principal de la llegada de Kate, Garrett, Leah y Set, eso hizo decaer mi ánimo y que por mi rostro pasara una oleada de tristeza, tantos sentimientos juntos y tan rápidos.
Ese cambio fue obvio para Edward, que rápidamente se sentó a mi lado y paso uno de sus brazos por encima de hombro, dedicándome un dulce beso en la mejilla. Me permití suspirar y repetirme a mi misma que todo estaría bien.
- “Bella, hija, será que me puedes dar un vaso con agua”- dijo mi madre devolviéndome por completo al sitio que ocupaba
- “Claro”- dije sin más que dedicarle una sonrisa
Me puse de pie, Edward hizo ademán de seguirme pero le indique que se quedara.
Me dirigí a la cocina, las luces de esta estaban apagadas, a diferencia del resto de la casa; Esme solo había encendido las luces según las habíamos necesitado, primero la sala, el salón de juego, el comedor y por ultimo el entarimado donde estaba el piano de Edward, porque lo había hecho tocar algo para nosotros –fue genial acompañar el momento tan lindo, que pasábamos., con la dulce melodía de mi nana-; cuando las luces estuvieron encendidas camine hasta el gabinete, donde sabia estarían los vasos, tome un par, suponiendo que quizás algún otro tendría sed, los puse sobre el mesón y fui a la nevera a buscar una jarra de jugo, cuando de pronto su olor me golpeo, voltee rápidamente la vista y vi una de las ventanas de la encimera abiertas ¿estaba dentro de la casa?.
Cerré la nevera lentamente, pensando que quizás era mucho mi miedo, y que mi mente me estaba jugando solo una mala pasada, que ese aroma, que reconocí como el suyo, era solo un aroma similar, olfatee el aire otra vez y me di cuenta de que no estaba equivocada.
Mire hacia la sala, Edward parecía no notar lo mismo que yo, estaba muy relajado en el sillón, vi a mis padres y el pánico se apodero de mis piernas –no podía ser que esto estuviera pasando- ¿justo hoy tenia que suceder lo peor?. Cuando me di la vuelta allí estaba, sobre el mesón, sentado con la misma sonrisa cínica que conocía muy bien, la sonrisa que no había sido capaz de borrar de mi mente, de entres mis manos se deslizo la jarra y no hice intento alguna de evitarlo, se quebró en el piso, haciendo que salieron los trozos de cristal por toda la cocina, volvía a ver en dirección a Edward, él seguía sin prestar atención –era imposible que no hubiese escuchado eso-.
Pegue mi cuerpo a la nevera, considere correr pero recordé entonces nuestro ultimo encuentro, de nada me serviría ser más rápida que él.
- “Hola mi querida Bella, tiempo sin verte”- dijo al tiempo que se ponía de pie, odiaba como sonaba mi nombre cuando lo pronunciaba
No pude contestar mi mirada iba de él a la sala.
- “No creas que no le importas, es solo que no sabe nada, no esta conciente de que este aquí, de que estemos aquí”- se acerco más a mi y puso su mano sobre mi mejilla, en ese momento note que lo que había dicho era cierto, Edward volteo y solo sonrío hacia la cocina.
- “¿Cómo…?”- tartamudee sin completar la frase
- “¿Qué como entre?-dijo viéndome profundamente a los ojos- bueno, no lo hice solo, conté con la ayuda de un par de amigos, es solo que deseaba tanto verte – tomo entre sus manos un mechón de mi cabello y lo olfateo- hueles mejor que lo que recordaba, Bella me has vuelto loco toda esta semana”
- “No te entiendo”
- “No tienes porque Bella, no creas que esto cambia nada, siguen siendo mi blanco- miro hacia la sala y movió su cabeza en señal de desaprobación- son tan asquerosos, ¿Cómo pueden estar aquí compartiendo con humanos y bestias?”
- “Si les haces algo te juro…”- puso uno de sus dedos en mis labios para silenciarme.
- “No querida, tu no me amenazas, ya te he dicho que no tengo que tocarlos para hacerlos sufrir – me estremecí ante sus palabras- además hoy solo he venido a verte, no me he aguantado las ganas de entrar y decirte hola”- algo en sus ojos era hipnótico.
- “¿Quién eres?”- pregunte con la ira en mi voz
- “Bella, pronto lo sabrás, todo a su tiempo- se inclino sobre mi, me tenia presa contra la nevera y apoyo sus labios en el hueco de mi clavícula – hubiese dado lo que fuera por verte cuando eras humana, me hubiese encantado escuchar el latido de tu corazón- hizo una pausa en busca de mis ojos- Bueno quizás nuestro querido Edward pueda mostrarme sus recuerdo”- sus palabras me helaron.
- “Vete, déjanos, por favor verte”- dije con las fuerzas que logre reunir
- “No te alteres, hoy no pasara nada y mañana tampoco, pero ten por seguro que si sufrirán”- con eso, rozo sus labios con los míos y desapareció.
Hubo una pequeña explosión de colores en mi cabeza, acompañado de un fuerte sonido y de pronto todo se hizo oscuro.
Cuando abrí los ojos estaba apoyada contra la pared mientras Alice y Edward estaban junto a mi, me abrace a él tanto como pude y busque sus labios para recordar su sabor y no el de nuestro intruso.
- “Bella…-dijo Alice notoriamente nerviosa- ¿Qué ha pasado?”
- “Estuvo aquí”-dije con un nudo en la garganta
- “¿Quién estuvo aquí?- pregunto Edward y en cuanto me vio a los ojos no me hizo falta decir nada- es imposible, ninguno a sentido nada, yo vi hacia acá, te vi de pie con la jarra en la mano, me sonreíste y te sonreí; cuanto volví a verte estabas en el piso”- su voz salía en un suave susurro, como si intentara encontrar el error en su recuerdo
- “¿Escuchaste cuando se rompió la jarra?”- pregunte y él solo negó con la cabeza, en ese momento se dio cuanta de los trozos de cristal en el suelo.
- “Un ilusionista- dijo Alice más para ella que para nosotros- es eso”
- Edward noto mi confusión y se apresuro a explicar- “Alice piensa que es un ilusionista, como Zafrina, que por eso es que logra bloquearnos y también por eso es que no funciona contigo- le dedico una mirada a su hermana- si, eso tiene que ser”
- “Bueno, Emmett ya esta entrando al camino, estará aquí en menos de un minuto, pongámonos de pie y aquí no ha pasado nada”
- “Pero Alice”- repique
- “Tranquila Bella por lo menos ahora sabemos algo más, tengo fe de que todo saldrá bien, además tus padres están aquí, tenemos que mantener las apariencias, mañana temprano repartiremos las guardias y vigilaremos el perímetro, eso si, tenemos que seguir como si nada”- Alice parecía muy segura de lo que decía
Ella rápidamente limpio y salimos a la sala con otra jarra de jugo y otro juego de vasos, no entendía como podía estar tan tranquila, yo recordaba bien lo que era capaz de hacer el poder de Zafrina y no me hacia gracia que nuestro enemigo tuviera la misma habilidad.
- “Tranquila, ya te he dicho que saldremos bien de esto- dijo Edward, lo mire con confusión y me entendió- Alice esta tranquila, tiene la idea de dividirnos, de que vigilemos por secciones porque si es como el poder de Zafrina no puede actuar sobre todos si estamos distanciados”
Al fin entendía como Alice, que pensé que le afectaría lo ocurrido, estaba tan tranquila, incluso algo alegre; parecía haber una verdadera posibilidad de salir de esta, donde podríamos ganar, nuestro intruso había cometido un error y nosotros nos aprovecharíamos de eso. Pero seguía sin entender muchas cosas y lo que menos entendía era su odio hacia nosotros, pero de pronto recordé como se me acerco en la cocina. Tenia que saber más. Tenia que averiguar porque nosotros.
Los días pasaron sin más alboroto, todos sabíamos que era lo que sucedía, el riesgo que corríamos, pero en nombre de la salud mental de la familia habíamos dejado las discusiones con respecto al tema de lado.
Sabía que, aun así, Edward y Carlisle, de vez en cuando, si comentaban, solo entre ellos, al respecto. En ocasiones era imposible que Edward pudiese ocultarme que había hablado sobre nuestro enemigo, no porque me comentara algo directamente, sino porque sus ojos lo delataban, por más que intentara sonreír, sus ojos no eran capaces de tomar el brillo que tanto amaba ver en ellos.
Alice comenzaba, poco a poco, a ser el duendecillo saltarín que todos conocíamos, pero sin embargo, una sombra parecía haberse instalado sobre ella, lo notaba porque la conocía bien, por más que intentara disimular, por momentos, cuando quedaba sola o por lo menos eso era lo que ella creía era como si se apagara, como si bajara la intensidad de su energía, como si ya no tuviera que sostener una fachada; esa conducta me era familiar, porque mucho que me había valido de ella cuando era humana, perfeccionando así la técnica; no podía evitar preocuparme, Alice no era así, y a pesar que los días trascurrían no me atrevía a preguntar sobre su visión, sentía que si se desmoronaba nuevamente, quizás esta vez, no seria tan fácil que se recuperara.
El lunes siguiente, a nuestra visita a New York, Cristy llevo mi carro al Instituto, tal como lo habíamos acordado, se ofreció a buscarme en la casa, pero me negué; así que, ese lunes llegue del brazo de Edward, las miradas, sobre nosotros, no se hicieron esperar, muchos eran los comentarios de pasillo, que surgieron desde el mismo momento en el que había bajado del Volvo, mientras él me abría la puerta.
La verdad era un alivio ya no tener que ocultarnos y Cristy nos dedicaba miradas de suficiencia y complicidad, según me dijo Edward eso se debía a que sentía que el haber pasado el fin de semana con ella, había sido la estocada final para que lo nuestro se hiciera oficial. El saber eso me alegraba y me hería, ella si que sabía ser una verdadera amiga y yo no hacia más que mentirle, logrando solo ponerla en peligro.
La semana siguió con calma, había sustituido, hasta nuevo aviso, ir en mi auto a ninguna parte, ahora era Edward el que siempre me acompañaba y el resto de la familia se movía en la camioneta de Emmett.
Tuvimos, prácticamente, que botar a Nessie de nuestra mesa del comedor, a pesar que no era un secreto para ninguno que deseaba estar con sus amigos, Robert, Peter, Kristen y Catherine, se negaba a dejarnos solos, había hecho una rutina de la casa al Instituto y del Instituto a casa, solo iba a algún otro lado si era con alguno de nosotros. Así que, el jueves Emmett se negó a recibirla en la mesa y logro que todos participáramos del querer hacerla entender, que dejando de actuar normal no lograba nada.
- “Hoy no se sentara aquí”- había dicho Emmett, mientras colocaba su bandeja en la mesa
- “Déjala”- dije despegar mi rostro del brazo de Edward
- “Vamos hermanita, sabes que esto no esta bien, solo hay que ver como la miran sus amigos y como los mira ella. Es como si sintiera obligada a estar con nosotros”- Emmett no tendía a ser serio pero en momentos como este mostraba ese lado de él.
- “Tiene razón- dijo Edward- hasta Jacob reconoce que esta mal que este aquí por sentirse obligada a algo”
- “Debo decir que si lo reconoce el perro, hay que tomarlo en cuenta”- era raro que Rose hablara en ese sentido con franqueza y no sarcasmo.
- “Vamos Bella, no será como si la botaras de casa, solo le darás a entender que esta bien que quiera estar con sus amigos- dijo Jasper, al parecer todos estaban en mi contra- el que este con nosotros no evitara que pase lo que tenga que pasar”- sus ultimas palabras fueron casi un murmullo inaudible, pero todos se envararon, obviamente todos lo habíamos escuchado.
Y de ese modo la conversación siguió un poco más, hasta que Nessie se aproximaba, seguida de cerca por Jake, todos hablaron y expusieron sus puntos de porque debía ir a sentarse con sus amigos, yo no dije nada, aunque sabia que eso era algo que teníamos que hacer, que yo tenia que hacer, después de todo la noche que regresamos había decidido que si tenia que dejar a mi hija, la dejaría lo mejor preparada posible, para que pudiese enfrentarse a lo que le tocase vivir, si la realidad que se avecinaba era la peor que podía esperar.
En cuanto al Instituto, los planes para el baile iban en aumento, parecía ser el tema de conversación favorito para todo el alumnado. Cristy se apresuro en esos días a proponer una salida de chicas, para ir en busca del vestido perfecto, Nessie había aceptado, antes de que pudiera decir nada, había sugerido la compañía de Rose y Alice, y supuse que esa, de seguro, era una ocasión para recuperar más de la Alice que tanto amábamos, dudaba que una verdadera salida de compras no la animara. La salida se daría el siguiente fin de semana y no este, porque mi amiga tenía que esperar el día de paga.
El viernes mientras esperaba, en nuestra mesa del comedor a Edward, que hacia la fila para pagar lo que llevaba en su bandeja –obviamente había tomado suficiente para dos- vi como maniobraba manteniendo el perfecto equilibrio de todo lo que sostenía y a la vez sacaba de su bolsillo su móvil, pude escuchar como saludaba a Carlisle, respondió afirmativamente a un par de preguntas que este, supuse, le formulaba y colgó.
- “Sabes no deberías ser tan perfecto”- le dije mientras se sentaba a mi lado
- “¿Ah?... ¿a que te refieres?”- pregunto con la confusión en el rostro
- “Que a cualquiera aquí se le habría caído por lo menos una cosa de la bandeja mientras intenta sacar el celular de su bolsillo”- mi tono de falso reproche definitivamente le resultaba divertido y me siguió el juego
- “Cierto, la próxima vez dejare caer algo, solo si tu procuras no verte tan perfecta en la siguiente clase de gimnasia, quizás de ese modo algunas dejen de preguntarse si vendiste el alma al diablo para estar siempre tan radiante”
Pasamos la hora de almuerzo tranquilos, Emmett hablaba de sus ganas de ir de cacería y los chicos se apuntaron a su plan; mientras que Rose comentaba sobre la pequeña reunión que daría la gente del hospital, en motivo a su aniversario, ya habíamos pactado asistir, aunque Carlisle nos había dicho que no era, verdaderamente, necesario, aun así todos acordamos acompañarlo ese día.
Terminamos las clases, Edward y yo llevamos a Cristy a su casa, no siempre éramos nosotros quienes la llevábamos, a veces lo hacia Cristian, pero ese viernes no había asistido al Instituto.
Ella estaba sorprendida de lo rápido que había avanzado nuestra relación, pero aun así se mostraba feliz al respecto.
Después de dejar a mi amiga en su casa, Edward y yo nos dirigimos a la nuestra. Íbamos lento, sin prisa por llegar. Al encontrarnos con el camino de gravilla, un olor familiar me golpeo – y con familiar no me refiero a que fuera de alguien que vive con nosotros- vi a Edward y pude notar como se formaba en sus perfectas facciones, una amplia sonrisa, él también había reconocido aquel aroma. De pronto recordé cuando lo vi hablando en el comedor por su celular.
- “¿Qué quería Carlisle cuando llamo?”- me apresure a preguntarle
- “Carlisle- hizo como quien no sabia a que me refería- no sé de que hablas Bella”- sabia que estaba intentando contener una oleada de risa. Bajo aun más la velocidad.
- “Edward”- chille
- “Pero Bella…”- no termino su frase, ya habíamos parado frente a la mansión y yo había salido a toda marcha del auto.
Afuera de la casa no había nada que me confirmara lo que mi olfato me gritaba, de hecho lo que me gritaban todos mis sentidos.
Corrí dentro de la casa y allí la vi, parada con una amplia sonrisa frente a mi. Esperando con ansias nuestra llegada. Esa escena me alegraba y borraba de mi mente estas últimas largas noches, en que hubiese deseado poder dormir, para descansar de los malos recuerdos –porque aun cuando Edward intentaban mantener los malos pensamientos a raya a punta de sus besos, ellos siempre volvían a mi-.
Me abalance sobre aquella mujer y la estreche en brazos como no lo había hecho en años, respirando su aroma, llenando mis sentidos de ella, el olor de su sangre no me afectaba.
- “Y bueno… ¿será que mi guapo yerno no pretende saludarme?”- dijo separándose un poco de mi. Odie que surgiera esa distancia.
- “¿Cómo estas Renée?”- dijo Edward educadamente mientras la abrazaba también
- “No también como ustedes, siguen iguales”
Renée de cierto modo sabia lo que éramos, al igual que Charlie, pero tampoco habíamos profundizado mucho en explicaciones, así que, no estábamos rompiendo ninguna regla de los Vulturis; ella era a la que menos había visto en los últimos diez años, ya no eran solo Phil y ella sino que estaba también el pequeño Andrew, que tenia tan solo 7 años; pensé que Renée dejaría de lado su espíritu joven, ahora que era madre por segunda vez, pero me había equivocado ampliamente, seguía siendo la misma y así la adoraba.
- “¿Y Andy?”- pregunte un tanto ansiosa
- “Ha tenido que quedarse con Phil, como ahora juega en la liga infantil”
- “Mamá no sabes cuanto me sorprende que estés aquí”- dije tomándola del brazo para sentarnos en la sala
- “Así que, no sabias nada –miro hacia Edward y le guiño el ojo- pensé que Edward no era capaz de ocultarte nada”
- “Bueno Renée- siempre procuraba llamarla así porque mi madre insistían en ser muy joven para ser suegra. Y de cierto modo tenia razón- es solo que quería darle una sorpresa”- en ese momento Edward me tomo del brazo y me giro hacia el comedor.
Estaba tan alegre de ver a mi madre allí y su aroma era tan intoxicante que no había reparado en los otros aromas que había en la casa. Cuando me gire lo vi, de pie junto a la mesa del comedor, con Nessie a su lado, parecía que habían estado conversando.
- “Pensé que no saludarías a tu padre”- dijo aquella voz viendo hacia el suelo
- “Papá”- me limite a decir, mientras corría también a sus brazos, desde el día de mi boda con Edward había dejado de llamarlo Charlie.
- “Te dije que vendría a verte pronto”- dijo mientras nos separábamos
- “Siempre prometes los mismo y sino es que Alice te obliga no lo cumples”- dije recordando tantas ocasiones en que Al había tenido que irlo a buscar para que cumpliera sus promesas de acompañarnos.
- “Esta ocasión no ha sido muy distinta”- dijo entrando al comedor una mucho más anima Alice, en comparación a principios de la semana.
- “Bueno pero no he venido solo”- dijo mi padre dirigiéndose a la cocina y yo claro, siguiéndolo de cerca
En ese momento otros aromas me golpearon y supe a quien se refería papá, claro esta vez no me hizo falta decir o que me dijeran nada; de la cocina salio corriendo un joven alto, mucho más alto y musculoso de lo que recordaba.
- “Bella, Edward”- nos saludo a cada uno con un abrazo
- “Set”- dijo Edward, mientras se estrechaban.
- “Hola Bella”- se limito a decir Sue
- “Hola, me alegra muchísimo que vinieran”
En ese momento entro a la casa, por la puerta de atrás, Jacob con Leah, quien también me saludo, un poco más reservada, de la manera que lo hacia cada vez que nos veíamos.
Me encantaba tenerlos en casa.
Me dirigí hacia Edward y le di un beso fugaz, en la mejilla, sabia perfectamente que ellos estaban aquí gracias a Carlisle que seguramente los había llamado y bueno Edward se merecía el beso por haber colaborado en la sorpresa.
Esme llamo a mis padres y a Sue, para que la acompañaran a hacer algo de comer, eso me pareció raro, pero de pronto lo entendí todo cuando vi que el resto se acercaba al entarimado donde estaba el piano.
- “Sentimos la demora”- dijo Set viendo a Jacob
- “Tranquilo, tampoco ha pasado la gran cosa, además es genial que aprovecharan para traer a Charlie”- respondió él, realmente aun cuando no le gustaba, sabia ser un buen Macho Alfa
- “Bueno si, por eso también hemos tardo, hubiese sido más rápido venir corriendo”- dijo Leah con un tono de enfado
- “Bueno lo importante es que ya llegaron”- mis sospechas fueron confirmadas por el tono serio de Emmett, habían venido para estar presentes cuando se diera la batalla.
En ese momento me percate de que los ojos de Alice se descolocaban y que Edward reía por lo que fuera que viera en la mente de su hermana; entonces, sentí como dos aromas, también familiares, entraban a la carrera al camino que daba a la casa.
- “Ya era hora”- dijo Alice con el ceño fruncido
- “Siempre son así y lo sabes”- contesto Jasper rodeándola con sus brazos
A los segundos el timbre de la casa sonó y Carlisle se apresuro a abrir la puerta, ya todos sabíamos quienes eran pero igual fue un sentimiento muy grato confirmarlo con los ojos.
Garrett y Kate estaban de pie frente a nosotros; estos dos habían hecho de cierto modo una mezcla de sus estilos de vida, él básicamente un nómada errante y ella una vegetariana, durante diez años se habían dedicado a viajar por el mundo, aunque pasaban largas temporadas con nosotros o con la familia de Kate en Alaska.
- “Chicas”- grito Kate, corriendo a nuestro encuentro. Rose, Alice y yo nos abrazamos a ella
- “Llegan tarde”- reclamo Alice
- “Es que Garrett quiso hacer una parada, para comer primero”- algo en su mirada me dijo que había sido más que una parada para comer
Mi familia había llamado a un grupo de amigos para ayudarnos en lo que fuera a lo que nos enfrentábamos, sabia perfectamente que esa ayuda no estaría de más; aunque claro esta, mis padres tendrían que estar fuera de este sitio antes de que pasara lo peor.
Escuche a los chicos hablar de nuevas apuestas, siempre que se reunían era lo mismo, yo me mantuve a ratos hablando con mis padres y con las chicas, era interesante como Kate comentaba sobre sus aventuras de los últimos años con Garrett, de verdad que hacían una hermosa pareja, un tanto disfuncional a veces, pero hermosa al fin de cuentas.
Renée se entretuvo contándonos de sus nuevos pasatiempos y yo estaba absorta en como se entusiasmaba al hablar de ellos, nos mostró fotos del pequeño Andrew, si que había crecido desde la ultima vez que lo vi, era raro ser su hermana y no poder pasar tanto tiempo como me hubiese gustado con él, aunque siempre que lo veíamos, era muy lindo con nosotros, adoraba jugar con Edward, así que, comprobé que a lo mejor la culpa de que no tenga un sentido del peligro racional, tenia que atribuírsela a mi madre.
Mientras hablábamos, pude escuchar como rugía su estomago, había olvidado que aunque nosotros no tuviéramos que comer, todos los humanos que estaban en la casa si tenían que hacerlo. No fue necesario que dijera nada porque de un brinco Jasper y Emmett se pusieron de pie.
- “Creo que ya es hora de que vayamos por la comida”- dijo Emmett
- “¿Ir por la comida?”- me sorprendió que dijeran ir, pensé que cocinaríamos en casa, pero después se me ocurrió que seguramente habrían planeado algo más especial que una comida casera
- “Si, Alice ha llamado a un muy buen restorán y a hecho el encargo”
Sin más que decir salieron por la puerta principal, rumbo a la camioneta y yo pude seguir allí sentada; hubo un momento en que estuve perdida en mis pensamientos, me percate de lo feliz que era papá con Sue y de lo bien que se había acostumbrado, a pesar de todo, a mi disfuncional familia, simplemente no había reparado en lo que éramos; mamá seguía siendo la misma que recordaba, con unas cuantas arrugas más, que creo solo las veía porque a estos ojos no se les puede ocultar nada; estábamos todos como si no pasara nada, oyendo las anécdotas y contando las propias, Nessie y Jake se dedicaban sonrisas y se hacían bromas de cuando en cuando; todos participaban en esa reunión, y yo estaba encantada de lo que habíamos logrado, en algún momento había temido, porque sabia el peligro que representábamos para mi familia mortal, pero ya las cosas parecían tomar un muy buen rumbo. Justo cuando los pensamientos viajaban a los caminos más agradable recordé el motivo principal de la llegada de Kate, Garrett, Leah y Set, eso hizo decaer mi ánimo y que por mi rostro pasara una oleada de tristeza, tantos sentimientos juntos y tan rápidos.
Ese cambio fue obvio para Edward, que rápidamente se sentó a mi lado y paso uno de sus brazos por encima de hombro, dedicándome un dulce beso en la mejilla. Me permití suspirar y repetirme a mi misma que todo estaría bien.
- “Bella, hija, será que me puedes dar un vaso con agua”- dijo mi madre devolviéndome por completo al sitio que ocupaba
- “Claro”- dije sin más que dedicarle una sonrisa
Me puse de pie, Edward hizo ademán de seguirme pero le indique que se quedara.
Me dirigí a la cocina, las luces de esta estaban apagadas, a diferencia del resto de la casa; Esme solo había encendido las luces según las habíamos necesitado, primero la sala, el salón de juego, el comedor y por ultimo el entarimado donde estaba el piano de Edward, porque lo había hecho tocar algo para nosotros –fue genial acompañar el momento tan lindo, que pasábamos., con la dulce melodía de mi nana-; cuando las luces estuvieron encendidas camine hasta el gabinete, donde sabia estarían los vasos, tome un par, suponiendo que quizás algún otro tendría sed, los puse sobre el mesón y fui a la nevera a buscar una jarra de jugo, cuando de pronto su olor me golpeo, voltee rápidamente la vista y vi una de las ventanas de la encimera abiertas ¿estaba dentro de la casa?.
Cerré la nevera lentamente, pensando que quizás era mucho mi miedo, y que mi mente me estaba jugando solo una mala pasada, que ese aroma, que reconocí como el suyo, era solo un aroma similar, olfatee el aire otra vez y me di cuenta de que no estaba equivocada.
Mire hacia la sala, Edward parecía no notar lo mismo que yo, estaba muy relajado en el sillón, vi a mis padres y el pánico se apodero de mis piernas –no podía ser que esto estuviera pasando- ¿justo hoy tenia que suceder lo peor?. Cuando me di la vuelta allí estaba, sobre el mesón, sentado con la misma sonrisa cínica que conocía muy bien, la sonrisa que no había sido capaz de borrar de mi mente, de entres mis manos se deslizo la jarra y no hice intento alguna de evitarlo, se quebró en el piso, haciendo que salieron los trozos de cristal por toda la cocina, volvía a ver en dirección a Edward, él seguía sin prestar atención –era imposible que no hubiese escuchado eso-.
Pegue mi cuerpo a la nevera, considere correr pero recordé entonces nuestro ultimo encuentro, de nada me serviría ser más rápida que él.
- “Hola mi querida Bella, tiempo sin verte”- dijo al tiempo que se ponía de pie, odiaba como sonaba mi nombre cuando lo pronunciaba
No pude contestar mi mirada iba de él a la sala.
- “No creas que no le importas, es solo que no sabe nada, no esta conciente de que este aquí, de que estemos aquí”- se acerco más a mi y puso su mano sobre mi mejilla, en ese momento note que lo que había dicho era cierto, Edward volteo y solo sonrío hacia la cocina.
- “¿Cómo…?”- tartamudee sin completar la frase
- “¿Qué como entre?-dijo viéndome profundamente a los ojos- bueno, no lo hice solo, conté con la ayuda de un par de amigos, es solo que deseaba tanto verte – tomo entre sus manos un mechón de mi cabello y lo olfateo- hueles mejor que lo que recordaba, Bella me has vuelto loco toda esta semana”
- “No te entiendo”
- “No tienes porque Bella, no creas que esto cambia nada, siguen siendo mi blanco- miro hacia la sala y movió su cabeza en señal de desaprobación- son tan asquerosos, ¿Cómo pueden estar aquí compartiendo con humanos y bestias?”
- “Si les haces algo te juro…”- puso uno de sus dedos en mis labios para silenciarme.
- “No querida, tu no me amenazas, ya te he dicho que no tengo que tocarlos para hacerlos sufrir – me estremecí ante sus palabras- además hoy solo he venido a verte, no me he aguantado las ganas de entrar y decirte hola”- algo en sus ojos era hipnótico.
- “¿Quién eres?”- pregunte con la ira en mi voz
- “Bella, pronto lo sabrás, todo a su tiempo- se inclino sobre mi, me tenia presa contra la nevera y apoyo sus labios en el hueco de mi clavícula – hubiese dado lo que fuera por verte cuando eras humana, me hubiese encantado escuchar el latido de tu corazón- hizo una pausa en busca de mis ojos- Bueno quizás nuestro querido Edward pueda mostrarme sus recuerdo”- sus palabras me helaron.
- “Vete, déjanos, por favor verte”- dije con las fuerzas que logre reunir
- “No te alteres, hoy no pasara nada y mañana tampoco, pero ten por seguro que si sufrirán”- con eso, rozo sus labios con los míos y desapareció.
Hubo una pequeña explosión de colores en mi cabeza, acompañado de un fuerte sonido y de pronto todo se hizo oscuro.
Cuando abrí los ojos estaba apoyada contra la pared mientras Alice y Edward estaban junto a mi, me abrace a él tanto como pude y busque sus labios para recordar su sabor y no el de nuestro intruso.
- “Bella…-dijo Alice notoriamente nerviosa- ¿Qué ha pasado?”
- “Estuvo aquí”-dije con un nudo en la garganta
- “¿Quién estuvo aquí?- pregunto Edward y en cuanto me vio a los ojos no me hizo falta decir nada- es imposible, ninguno a sentido nada, yo vi hacia acá, te vi de pie con la jarra en la mano, me sonreíste y te sonreí; cuanto volví a verte estabas en el piso”- su voz salía en un suave susurro, como si intentara encontrar el error en su recuerdo
- “¿Escuchaste cuando se rompió la jarra?”- pregunte y él solo negó con la cabeza, en ese momento se dio cuanta de los trozos de cristal en el suelo.
- “Un ilusionista- dijo Alice más para ella que para nosotros- es eso”
- Edward noto mi confusión y se apresuro a explicar- “Alice piensa que es un ilusionista, como Zafrina, que por eso es que logra bloquearnos y también por eso es que no funciona contigo- le dedico una mirada a su hermana- si, eso tiene que ser”
- “Bueno, Emmett ya esta entrando al camino, estará aquí en menos de un minuto, pongámonos de pie y aquí no ha pasado nada”
- “Pero Alice”- repique
- “Tranquila Bella por lo menos ahora sabemos algo más, tengo fe de que todo saldrá bien, además tus padres están aquí, tenemos que mantener las apariencias, mañana temprano repartiremos las guardias y vigilaremos el perímetro, eso si, tenemos que seguir como si nada”- Alice parecía muy segura de lo que decía
Ella rápidamente limpio y salimos a la sala con otra jarra de jugo y otro juego de vasos, no entendía como podía estar tan tranquila, yo recordaba bien lo que era capaz de hacer el poder de Zafrina y no me hacia gracia que nuestro enemigo tuviera la misma habilidad.
- “Tranquila, ya te he dicho que saldremos bien de esto- dijo Edward, lo mire con confusión y me entendió- Alice esta tranquila, tiene la idea de dividirnos, de que vigilemos por secciones porque si es como el poder de Zafrina no puede actuar sobre todos si estamos distanciados”
Al fin entendía como Alice, que pensé que le afectaría lo ocurrido, estaba tan tranquila, incluso algo alegre; parecía haber una verdadera posibilidad de salir de esta, donde podríamos ganar, nuestro intruso había cometido un error y nosotros nos aprovecharíamos de eso. Pero seguía sin entender muchas cosas y lo que menos entendía era su odio hacia nosotros, pero de pronto recordé como se me acerco en la cocina. Tenia que saber más. Tenia que averiguar porque nosotros.
14 comentarios:
Me va a dar un ataque cardiaco, gracias a ti. este episodio me dejo sin comentarios, estare esperando el siguiente con mucho ahnelo
Este capitulo me erizo la piel, pero tengo una pregunta, bueno muchas pero la mas importante estas:
¿por que parece estar interesado en Bella?
¿Quien es?
bueno espero subas pronto el proximo capitulo!!!!
besos, =D
enserio que bueno estan tus capitulos tengo necesidad de mas y mas...... ya saca el otro
O.o Lo mismo que Tefy...
Porque está tan interesado en Bella??
Muy bueno... ^^
Saludos!
Bueno no quiero que nadie muera tranquilas jejeje no saben lo mucho que me gusta que les agrade lo que escribo, de verdad mantener el blog es mas un hobbie que otra cosa y esta es la primera vez que muestro cualquiera de mis invenciones cuando me da por ser escritora jejejeje
en cuanto al interes del malo por Bella, es simple la encuentra fascinante porque es inmune a el y porque ella es lo que es por eleccion propia, considera que bella es quizas victima de ella misma mas que de quien la covirtio... aun asi sigue odiando lo que son los cullen...
Por otra parte si me preguntan diria que tiene interes en ella más que todo tambien para atormentarla.
P.D: le digo el malo porque todavia no tiene nombre definitivo... este entre alexander, sebastian, gabriel y no se cualquier otro que ustedes propongan... digamen como les gustaria que se llamara???
Si se lo preguntan el malo de mis sueños es Ryan Reynold jejejeje
Sorry pero no creo que pueda montar ningun otro cap antes del viernes o el sabado, estoy corre corre con la universidad
(por alli es posible que llegue una sorpresa)
HOLA!
no te apures y a mi me gusta
Alexander jejeje suena mas malo
=D
Wow... eso es todo lo que se me ocurre decir... Wow de este y todos lo demas capitulos, es verdaderamente genial, creo que estube al vorde de un colapso de nervios... jejeje
P.D. Para lo del nombre del malvado me gusta mas Alexander, porque suena pasado de moda tal y como con Eddy (no sabes como amé el capitulo de Eddy y Emmy), ademas asi seria mi tocallo...
Espero con ansias el proximo capitulo... De verdad GRACIAS Y FELIIDADES...
Bye
jejeje gracias alex...
anoche postularon nuevos nombre...
-Ezquiel
-Franco
pero sigue tambien Alexander...
besos a todos gracias por estar pendiente
Sip, Alexander...
suena un tantito más malévolo que los demás... ^^
Saludos!
hola pues a mi me gusta alexander de nombre reynold de apellido
jejejeje... no habia pensado en lo del apellido puede ser el que use en la actualidad jejeje GRACIAS por la recomendacion...
Bueno el proximo cap no creo que sea nada del otro mundo, estoy trabajando en el, incluso no me extrañaria que no gustara, pero lo necesito para ser la conexion con lo que viene. El baile esta cerca, asi que, tambien lo esta la pelea y el final de esta parte del fic :(
Hola otra vez... Me gusta el apellido para "el malo"... suena super bien la convinacion con Alexander...
Bueno pues espero que publiques pronto el proximo capitulo... muero por saber que onda con Bella y Eddy...
P. D. espero todavia cuelgue buen pedaso de historia... No quiero que acabe... =(
si vdd suena padre con el nombre oye sara plis ya sube el capitulo jaja
Prometo que entre el martes y el miercoles esta el proximo cap y a lo mejor monto dos de una vez... es que los tengo que revisar primero para ver que todo sea coherente jejejeje...
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