Capitulo XXVIII Maldita Interrupción
(POV Nessie)
No sé por que, pero hoy sentía que el día llegaba más rápido de lo que normalmente lo hacia; me gire hacia mi mesa de noche para ver la hora, era temprano pero tarde a la vez, si quisiera ir a clases llegaríamos tarde y aprovechando un día libre de Instituto, era muy temprano para salir de cama.
Recordé, en lo que no estuve tan soñolienta, porque me encontraba tan emocionada y deseosa de este día, hoy era el Baile de la Escuela.
Me pare de un brinco ágil, dejando atrás la comodidad de mi habitación, corrí hacia el cuarto de baño y me di una ducha relajante, el agua tibia siempre era útil a la hora de calmar mis nervios o mis ansias, en este momento eran ambas cosas.
Me puse unos jeans y una camiseta blanca, no tenía mucho sentido arreglarme si mis tías iban a estar encargadas de eso hoy. Me hice una coleta alta y lista.
Cuando salí a la sala, papá estaba con mis tíos comentando algo sobre ir hasta New York, a comprarle algo a las “chicas” –espero que a mi también me compren algo-.
- “Miren quien se a levantado”- dijo Emmett detrás de una risa nerviosa, supuse que para ocultar su conversación.
- “Nena es temprano para que estés de pie en un día sin clases- Jasper siempre tan preocupado, se acerco para darme un abrazo- además te aseguro que necesitas descansar para soportar lo que te tienen preparado, tus tías”
- “Me lo imagino, pero espero que hagan un buen trabajo- le dije con un guiño para luego darle un beso- y bien papá ¿Qué van a comprar?”- mi pregunta no lo tomo desprevenido pero si se quedo de una pieza ante lo directa que fui.
- “Buenos días hija”- me contesto con su sonrisa más hipnótica
- “No te va a funcionar esta vez, dime”- siempre que me quería hacer olvidar una conversación me sonreía de la misma manera..
- “Bueno, nena…”- empezó Emmett acercándose a mi
- “Emmett”- dijo mi padre como para que este no dijera cosas imprudentes
- “Edward cálmate, sabes lo testaruda que es, no sé a quien se parecerá,-dijo rodando sus ojos- en fin, queremos comprarle unos detalles a las chicas, hace mucho que no íbamos a un baile de estos”
- “Me lo supuse”- todos menos papá, se sorprendieron de que allí dejara el tema.
- “Por cierto princesa –llamo mi padre para que volteara a verlo- Jacob te espera en la casa principal”
Después de que me dijera eso salí corriendo a la casa, para encontrarme con Jacob recostado de la encimera de la cocina, se veía distinto a como lucia normalmente, quizás más feliz.
Mamá estaba tumbada en uno de los sofás, de la sala de juego, con libro en mano. La salude con un rápido beso que ella me contesto.
Cuando me acerque a Jacob, me percate de que sobre uno de sus hombros llevaba un bolso, algo raro en él, porque no era de los que cargaba nada de equipaje, ni siquiera cuando me dejo aquella vez se llevo algo.
- “¿Vas a algún lado?”- pregunte tímida de lo que me pudiese decir.
- “No, vamos a algún lado”- dijo formando una sonrisa en su rostro, como adoraba verlo sonreírme
- “¿Ambos?”
- “Sé que no soy muy brillante, pero supongo que el vamos, quiere decir que ambos”- le di un golpe juguetón en el hombro, ante aquella explicación.
- “¿Y adonde me llevas?”
- “Eso es una sorpresa”
Se coloco mejor la mochila, me tomo de la mano y se encamino a la puerta trasera, no me interesaba saber a donde iríamos, solo quería estar con él, hace días que no teníamos un momento real para nosotros, sin preocupaciones.
- “Chicos”- llamo mamá, desde el sillón
- “Mamá, no tardaremos mucho, lo prometo”- le dije con ojos de suplica
- “Solo quería desearles que pasaran un lindo día, dudo que tu tía llegue pronto, así que, si llega antes me sacrificare por ti. Pero vuelvan temprano, tampoco es que se van a perder todo el día”- corrí a ella y la abrace, luego volví a donde estaba antes para tomar de la mano a Jake y halarlo fuera de la casa.
Cruzamos los jardines, encaminándonos bosque adentro, pronto él tomo el liderazgo de la marcha, después de todo era él quien sabia a donde nos dirigíamos.
El día estaba hermoso, habían nubes en el cielo, que lo hacían lo suficientemente nublado como para que los vampiros de la casa pudiesen salir, pero sin embargo era brillante y no estaba para nada húmedo, como de costumbre.
Llegamos a unas rocas, por las que cerca debía pasar agua, porque podía oírla correr, mire más allá para encontrarme con una zona boscosa, donde los helechos eran bajos, perfecto para sentarse un rato.
Parecía que Jake pudiese leerme la mente, porque antes de que pudiese dar un paso, ya me tenia en brazos hacia aquel lugar, era de los más bello que había visto nunca. Se arrodillo y me puso con delicadeza en el suelo.
- “Encontré este lugar patrullando”- dijo antes de que pudiese preguntar
- “Es bellísimo”
- “Y el día esta muy bueno para estar aquí”
- “Si que lo esta”- dije tirandome sobre los helechos y cerrando mis ojos para que mis sentidos sintieran todo lo demás.
- “La niña no teme ensuciarse”- dijo Jake luego de un rato de silencio
- “Tu sabes bien que no”- dije, antes de que se lanzara sobre mi y nos hiciera girar por el suelo, de ida y vuelta.
No podía evitar reír, con todas mis ganas, cuando se comportaba así, cuando se dejaba de sarcasmos y preocupaciones y simplemente se dejaba llevar. Conmigo siempre tiene una especie de cuidado pero supongo que es por eso de haber estado conmigo desde mi nacimiento, en realidad desde antes de eso.
En ocasiones, sentía que no me sabia expresar bien con él, que no me dejaba ver lo suficiente para que me entendiera, sin duda sabia que lo amaba, pero no se imaginaba cuanto.
No sabia que él era mi mundo y que yo solo estaba para giraba alrededor de su orbita, que no importaba que hiciera o dijera él era mi certeza, que me mantenía a su lado sin necesidad de retenerme, que nunca había querido tanto algo. Que por más fuerte y especial que me creyeran todos en casa, incluso él, su amor me hacia frágil porque si algo podía destruirme era él si así llegaba a desearlo, podría enfrentarme a un ejercito de enemigos pero nunca a su abandono.
Lo encontré mirándome a los ojos, perdido en ellos y yo me perdí en los de él, su cercanía alejaba cualquier pensamiento triste y me hacia sonreír de nuevo. Estaba sobre mi todavía.
- “¿Sabias lo hermosa que eres?”- dijo en un susurro, parecía haber quedado sin aliento y aun me miraba con intensidad a los ojos
- “Quiero creerte, que es así”
- “Pues créeme”
En el bolso cargaba unas cuantas cosas de comer, estuvimos hablando de mil cosas distintas, muchas sin importancia alguna pero que nos mantenían en conversación.
Nos tiramos al suelo nuevamente y temo mi mano como para nunca soltarla, en mi rostro se dibujaba una sonrisa de satisfacción al sentirlo tan cerca y entregado a jugar con mis dedos.
No sé cuanto tiempo habíamos estado así; tenia mis ojos cerrados, pero pude sentir como se colocaba de lado para verme, eso siempre me hacia ruborizar un poco, porque por más segura de mi que pudiera estar en el mundo, eso no evita el que sintiera miedo de que él pudiese ver algo malo en mi.
Abrí uno de mis ojos para verlo sonreírme, parecía que estaba contemplando algo fascinante, la tela de mi camiseta se había levantado un poco y se podía ver la piel de mi vientre, supuse que era eso lo que veía y volví a cerrar los ojos.
- “Brillas- dijo como si fuera solo para él. Abrí los ojos enseguida y él dejo escapar una risita tonta- no como los demás, pero brillas”- su voz sonaba tan amorosa
No era como si nunca me hubiese visto brillar, me había visto correr, creo que incluso sin ropa, cuando era niña bajo el sol; pero algo en esta oportunidad le llamaba aun más la atención. Lo mire pasar su mano por encima de mi cuerpo sin siquiera rozarlo, en estos momentos ansiaba su toque.
Se inclino hacia mi, me dio un tierno beso en la mejilla; luego, con sumo cuidado, beso mis labios, pero se aparto muy rápido como para que pudiese responder al beso como era debido –note que mantenía sus ojos cerrados- paso sus manos por la piel de mis hombros y mis brazos, bajo su rostro hasta mi vientre y allí apoyo su mejilla calida, que me hizo temblar, coloque mis manos sobre su rostro y allí quedamos otro rato.
- “Eres fresca, no eres calida ni fría, eres fresca”- dijo muy bajo como contestando una pregunta.
No pude más que reírme a sus palabras y al poco tiempo empezó a reír conmigo. Se incorporo de un salto y tomo firmemente mis manos entre las de él, viéndome a los ojos otra vez.
- “¿Nessie sabes cuanto te amo?”- pregunto repentinamente, lleno de un humor inmejorable
- “Claro que si Jake, tu sabes también que te amo”- lo mío no fue una pregunta. Se llevo mis manos a sus labios y las beso.
- “Renesmee…”- la posición en la que quedaron nuestras manos me permitió ver la hora en mi reloj
- “Corre Jake, o Alice nos mata por llegar tarde”- me levante a toda prisa y él hizo lo mismo, aunque parecía algo desilusionado, cogimos el bolso y salimos corriendo.
- “Nessie”- lo escuche llamarme
- “Abra tiempo después Jake- le dije con una sonrisa en la voz- ahora veamos quien llega primero a casa”- termine mi frase acelerando el paso.
Llegamos a casa para encontrados a mamá y Alice con la abuela en la cocina, la casa estaba impregnada a olor de cebolla y ajo. Me acerque y le di un beso a mi abuela la cocinera, que quiso hacerme probar lo que fuese que estaba preparando.
- “Uy no abuela, que lo pruebe otro”
- “Veamos, vampiro, vampiro, vampiro”- la abuela señalo con la cuchara a las tres mujeres en la cocina. Tenia que huir de probar eso.
- Mire a todos lados, en busca de una salida y allí estaba Jake, ajeno a la conversación- “Abuela, olvidas a un hombre lobo glotón”- dije tirando de él para que encarara la cuchara.
- “¿Por qué yo? los vampiros no cocinan y ¿si me envenena sin querer?”
- “No seas llorón, dudo que la abuela le halla echado algo que no sea de la receta”- a veces era tan infantil, definitivamente a pasado mucho tiempo con Emmett
- “¿Y si me intoxico?”- como si eso fuese una probabilidad.
- “Tu comes hasta piedra”- ya me esta impacientando porque si no lo probaba él, tendría que probarlo yo.
La abuela puso carácter y le acerco la cuchara haciéndola del avioncito, como quien alimenta a bebes. Aunque arrugo la cara en un principio confeso finalmente que lo que estaba cocinando la linda Esme, estaba bueno.
Papá llego a casa con mis tíos, y en lo que me vio en la cocina me guiño el ojo.
De algún lado apareció Alice gritando que ya era muy tarde y que teníamos que empezar a arreglarnos, le dio instrucciones a todo el mundo y mando a papá y a mamá por algo al pueblo mientras ella salía en busca de Cristina.
Sin darme cuenta Rose me había tomado del brazo y me arrastraba a la habitación de Alice, por lo visto la transformación comenzaría.
Antes de que se trancara la puerta vi a Jake entrar en su cuarto, seguramente dormiría un rato.
Rose me llevo hasta la silla, que estaba frente un montón de espejos, mi vestido y lo que usaría esta noche, todo, estaba sobre la cama.
- “Niña, ¿Qué has hecho? Estas hecha un asco”- dijo mi tía quitándome una ramita del cabello
- “Nada, es solo que nos tiramos en los helechos hoy”
- “Siempre tan original el perro- dijo ella llena de sarcasmo- anda a darte un baño, hazme el favor”
Hice lo que me pidió y me deje calmar bajo el agua tibia, nuevamente. Cuando salí de la ducha, me di cuenta de que ya empezaba a caer la noche. Me dispuse otra vez en dirección a la silla, Rose ya se había peinado y maquillado, supuse que se había bañado en su habitación mientras yo hacia lo mismo en esta.
- “Familia ya estamos en casa”- al rato de que Rose estaba trabajando en mi cabello se escucho el grito Alice desde la sala.
- “¿Por qué tiene que ser siempre tan escandalosa?”- dijo Rose moviendo sus manos un poco más rápido
Para cuando entraron a la habitación ya estaba casi lista. Alice le indico a Cristina donde estaba el baño; y ella junto a Rose, terminaron de arreglarme, les pedí que me dieran un momento para comer algo y accedieron siempre y cuando no dañara su obra maestra.
Llegue a la cocina y cogi unas galletas de chispas de chocolate, que también había hecho la abuela; al rato llego Jake también a comer algo, en la casa estaban Emmett, Jasper, Seth, Garrett y Kate jugando frente al televisor; Alice y Rose estaban trabajando ya en Cristina; Leah estaba sentada al frete de la casa sobre el pasto; Carlisle había llegado y pasado directo a su despacho con la abuela.
- “Estas muy linda”- dijo Jake
- “Bellísima, sobre todo arreglada del cuello para arriba y con este mono y una franela gastada, seguro la más hermosa del Baile”
- “Siempre estas bella sin importar que lleves y esa camisa, por cierto, me parece familiar”
- “Claro que si, es tuya”- dije con una sonrisa enorme
- “Lo sé, lo sé- de pronto su tono cambio un poco- ven conmigo un momento”- me tomo de la mano y me dirigió a donde estaba el piano de papá
- “Si daño mi maquillaje me van a matar”
Me sentó en el banquillo del piano y se paro frente a mí tomando mis manos con fuerza.
- “Nessie, te amo como nunca pensé que amaría a alguien y me has hecho saber que puedo ser mejor”- dijo todo eso con una sola toma de aire, me llevo un momento entenderlo, sentí como mis mejillas se encendían.
- “Jake”- dije suave, buscando que me viera
- “Nessie no me imagino estar lejos de ti y no quiero que pienses que cualquier día podría irme- hizo una pausa y tomo aire- Renesmee Carlie Cullen ¿quieres casarte conmigo?- dijo esto ultimo colocando una de sus rodillas en el suelo y sacando del bolsillo de su pantalón una sortija pequeña, no muy llamativa y definitivamente con algunos años- sé que no es de lo más linda pero es lo mejor que te puedo dar por el momento, solo si decides aceptarme”- sus palabras iban acompañadas de sus actos, estaba deslizando la hermosa sortija por mi dedo.
Se escucho un golpe seco en el techo de la casa, pero no preste atención, todavía no encontraba mi voz para decirle al hombre que tenia al frente que si me casaría con él, que huyéramos ahora mismo, para hacerlo oficial; que si “pedíamos prestado” el carro del abuelo estaríamos en Las Vegas en poco tiempo.
Por la casa empezaron a oírse maldiciones y a sentirse la agitación, mis tíos y todos los demás iban de un lado a otro con cierto grado de desesperación; los paneles de acero, que había en las ventanas se bajaron; Leah entro a la carrera por la puerta principal y se escucho el chillido de unos neumáticos en la calzada de la entrada, seguido de las puertas que estaban siendo azotadas.
- “Nessie”- se escucho el grito desesperado de mamá desde la entrada
Jasper y Emmett me tomaron cada uno por un brazo y me llevaron a la habitación de Jake, con él siguiéndonos de cerca, todo estaba pasando muy rápido no sabia bien que era lo que ocurría.
Sentí a mamá pasar a la casa a la carrera, seguida de cerca por papá, que traía el rostro inexpresivo.
- “Sáquenla de aquí”- dijo mamá a Alice que estaba en el cuarto con nosotros, se estaba refiriendo a Crsity.
Yo no entendía ni la mitad de lo que decían a mi alrededor. Se acerco y me encero en un abrazo, podía escuchar el gruñido que tenía atrapado en su pecho. Me soltó y empezó a caminar de un lado a otro, como haciendo un plan.
- “Jacob, sácala de aquí, nosotros podemos distraerlos y ustedes escapan”- hablaba a toda prisa.
- “Mamá”- la llame con voz ahogada
- “No Nessie, nada, se irán en cuanto antes, podremos distraerlos para que salgan- se volvió a Jake para seguir con las indicaciones- Renée tiene algunas cosas para ustedes, por favor no permitas que le pase nada a mi niña”
- “¿Qué tu que?”- interrumpió papá, por un momento pensé que era por lo que había dicho mamá, pero en lo que lo vi avanzar hacia Jake supe que no.
- “¿Qué pasa?”- pregunto mamá prestando un poco más de atención
- “Nada, solo que estos dos acaban de comprometerse”- mamá soltó un gruñido audible para todos y se dispuso a saltar sobre Jake pero se contuvo a tiempo.
- “Si todo sale bien eso lo discutiremos después, ahora tienen que irse”- dijo con voz áspera, tendiéndome un pequeño bolso.
Todos salimos del cuarto, los lobos habían entrado en fase en el medio de la sala y todos en casa llevaban algo más cómodo que vestidos para pelear, abuelo le lanzo a Jake las llaves del Mercedes. Él me tomo de la mano y andamos más rápido por los pasillos de la Mansión, antes de que pudiésemos llegar a la entrada, se escucho como se sellaba la casa, las luces se fueron y se oyó el grito de Cristina, desde la habitación de Alice.
Jake me arrastro hacia la salida trasera y pude ver a nuestro paso como papá y mis tíos caían al suelo, mis abuelos y Jasper iban por la humana; y Garrett, Kate y mamá junto a los lobos, se agazapaban en el suelo, listos para atacar.
Sentí que se me iban las piernas y perdía la conciencia, no sin antes escuchar la voz angustiada de Jake, pedirme que volviera.
(POV Nessie)
No sé por que, pero hoy sentía que el día llegaba más rápido de lo que normalmente lo hacia; me gire hacia mi mesa de noche para ver la hora, era temprano pero tarde a la vez, si quisiera ir a clases llegaríamos tarde y aprovechando un día libre de Instituto, era muy temprano para salir de cama.
Recordé, en lo que no estuve tan soñolienta, porque me encontraba tan emocionada y deseosa de este día, hoy era el Baile de la Escuela.
Me pare de un brinco ágil, dejando atrás la comodidad de mi habitación, corrí hacia el cuarto de baño y me di una ducha relajante, el agua tibia siempre era útil a la hora de calmar mis nervios o mis ansias, en este momento eran ambas cosas.
Me puse unos jeans y una camiseta blanca, no tenía mucho sentido arreglarme si mis tías iban a estar encargadas de eso hoy. Me hice una coleta alta y lista.
Cuando salí a la sala, papá estaba con mis tíos comentando algo sobre ir hasta New York, a comprarle algo a las “chicas” –espero que a mi también me compren algo-.
- “Miren quien se a levantado”- dijo Emmett detrás de una risa nerviosa, supuse que para ocultar su conversación.
- “Nena es temprano para que estés de pie en un día sin clases- Jasper siempre tan preocupado, se acerco para darme un abrazo- además te aseguro que necesitas descansar para soportar lo que te tienen preparado, tus tías”
- “Me lo imagino, pero espero que hagan un buen trabajo- le dije con un guiño para luego darle un beso- y bien papá ¿Qué van a comprar?”- mi pregunta no lo tomo desprevenido pero si se quedo de una pieza ante lo directa que fui.
- “Buenos días hija”- me contesto con su sonrisa más hipnótica
- “No te va a funcionar esta vez, dime”- siempre que me quería hacer olvidar una conversación me sonreía de la misma manera..
- “Bueno, nena…”- empezó Emmett acercándose a mi
- “Emmett”- dijo mi padre como para que este no dijera cosas imprudentes
- “Edward cálmate, sabes lo testaruda que es, no sé a quien se parecerá,-dijo rodando sus ojos- en fin, queremos comprarle unos detalles a las chicas, hace mucho que no íbamos a un baile de estos”
- “Me lo supuse”- todos menos papá, se sorprendieron de que allí dejara el tema.
- “Por cierto princesa –llamo mi padre para que volteara a verlo- Jacob te espera en la casa principal”
Después de que me dijera eso salí corriendo a la casa, para encontrarme con Jacob recostado de la encimera de la cocina, se veía distinto a como lucia normalmente, quizás más feliz.
Mamá estaba tumbada en uno de los sofás, de la sala de juego, con libro en mano. La salude con un rápido beso que ella me contesto.
Cuando me acerque a Jacob, me percate de que sobre uno de sus hombros llevaba un bolso, algo raro en él, porque no era de los que cargaba nada de equipaje, ni siquiera cuando me dejo aquella vez se llevo algo.
- “¿Vas a algún lado?”- pregunte tímida de lo que me pudiese decir.
- “No, vamos a algún lado”- dijo formando una sonrisa en su rostro, como adoraba verlo sonreírme
- “¿Ambos?”
- “Sé que no soy muy brillante, pero supongo que el vamos, quiere decir que ambos”- le di un golpe juguetón en el hombro, ante aquella explicación.
- “¿Y adonde me llevas?”
- “Eso es una sorpresa”
Se coloco mejor la mochila, me tomo de la mano y se encamino a la puerta trasera, no me interesaba saber a donde iríamos, solo quería estar con él, hace días que no teníamos un momento real para nosotros, sin preocupaciones.
- “Chicos”- llamo mamá, desde el sillón
- “Mamá, no tardaremos mucho, lo prometo”- le dije con ojos de suplica
- “Solo quería desearles que pasaran un lindo día, dudo que tu tía llegue pronto, así que, si llega antes me sacrificare por ti. Pero vuelvan temprano, tampoco es que se van a perder todo el día”- corrí a ella y la abrace, luego volví a donde estaba antes para tomar de la mano a Jake y halarlo fuera de la casa.
Cruzamos los jardines, encaminándonos bosque adentro, pronto él tomo el liderazgo de la marcha, después de todo era él quien sabia a donde nos dirigíamos.
El día estaba hermoso, habían nubes en el cielo, que lo hacían lo suficientemente nublado como para que los vampiros de la casa pudiesen salir, pero sin embargo era brillante y no estaba para nada húmedo, como de costumbre.
Llegamos a unas rocas, por las que cerca debía pasar agua, porque podía oírla correr, mire más allá para encontrarme con una zona boscosa, donde los helechos eran bajos, perfecto para sentarse un rato.
Parecía que Jake pudiese leerme la mente, porque antes de que pudiese dar un paso, ya me tenia en brazos hacia aquel lugar, era de los más bello que había visto nunca. Se arrodillo y me puso con delicadeza en el suelo.
- “Encontré este lugar patrullando”- dijo antes de que pudiese preguntar
- “Es bellísimo”
- “Y el día esta muy bueno para estar aquí”
- “Si que lo esta”- dije tirandome sobre los helechos y cerrando mis ojos para que mis sentidos sintieran todo lo demás.
- “La niña no teme ensuciarse”- dijo Jake luego de un rato de silencio
- “Tu sabes bien que no”- dije, antes de que se lanzara sobre mi y nos hiciera girar por el suelo, de ida y vuelta.
No podía evitar reír, con todas mis ganas, cuando se comportaba así, cuando se dejaba de sarcasmos y preocupaciones y simplemente se dejaba llevar. Conmigo siempre tiene una especie de cuidado pero supongo que es por eso de haber estado conmigo desde mi nacimiento, en realidad desde antes de eso.
En ocasiones, sentía que no me sabia expresar bien con él, que no me dejaba ver lo suficiente para que me entendiera, sin duda sabia que lo amaba, pero no se imaginaba cuanto.
No sabia que él era mi mundo y que yo solo estaba para giraba alrededor de su orbita, que no importaba que hiciera o dijera él era mi certeza, que me mantenía a su lado sin necesidad de retenerme, que nunca había querido tanto algo. Que por más fuerte y especial que me creyeran todos en casa, incluso él, su amor me hacia frágil porque si algo podía destruirme era él si así llegaba a desearlo, podría enfrentarme a un ejercito de enemigos pero nunca a su abandono.
Lo encontré mirándome a los ojos, perdido en ellos y yo me perdí en los de él, su cercanía alejaba cualquier pensamiento triste y me hacia sonreír de nuevo. Estaba sobre mi todavía.
- “¿Sabias lo hermosa que eres?”- dijo en un susurro, parecía haber quedado sin aliento y aun me miraba con intensidad a los ojos
- “Quiero creerte, que es así”
- “Pues créeme”
En el bolso cargaba unas cuantas cosas de comer, estuvimos hablando de mil cosas distintas, muchas sin importancia alguna pero que nos mantenían en conversación.
Nos tiramos al suelo nuevamente y temo mi mano como para nunca soltarla, en mi rostro se dibujaba una sonrisa de satisfacción al sentirlo tan cerca y entregado a jugar con mis dedos.
No sé cuanto tiempo habíamos estado así; tenia mis ojos cerrados, pero pude sentir como se colocaba de lado para verme, eso siempre me hacia ruborizar un poco, porque por más segura de mi que pudiera estar en el mundo, eso no evita el que sintiera miedo de que él pudiese ver algo malo en mi.
Abrí uno de mis ojos para verlo sonreírme, parecía que estaba contemplando algo fascinante, la tela de mi camiseta se había levantado un poco y se podía ver la piel de mi vientre, supuse que era eso lo que veía y volví a cerrar los ojos.
- “Brillas- dijo como si fuera solo para él. Abrí los ojos enseguida y él dejo escapar una risita tonta- no como los demás, pero brillas”- su voz sonaba tan amorosa
No era como si nunca me hubiese visto brillar, me había visto correr, creo que incluso sin ropa, cuando era niña bajo el sol; pero algo en esta oportunidad le llamaba aun más la atención. Lo mire pasar su mano por encima de mi cuerpo sin siquiera rozarlo, en estos momentos ansiaba su toque.
Se inclino hacia mi, me dio un tierno beso en la mejilla; luego, con sumo cuidado, beso mis labios, pero se aparto muy rápido como para que pudiese responder al beso como era debido –note que mantenía sus ojos cerrados- paso sus manos por la piel de mis hombros y mis brazos, bajo su rostro hasta mi vientre y allí apoyo su mejilla calida, que me hizo temblar, coloque mis manos sobre su rostro y allí quedamos otro rato.
- “Eres fresca, no eres calida ni fría, eres fresca”- dijo muy bajo como contestando una pregunta.
No pude más que reírme a sus palabras y al poco tiempo empezó a reír conmigo. Se incorporo de un salto y tomo firmemente mis manos entre las de él, viéndome a los ojos otra vez.
- “¿Nessie sabes cuanto te amo?”- pregunto repentinamente, lleno de un humor inmejorable
- “Claro que si Jake, tu sabes también que te amo”- lo mío no fue una pregunta. Se llevo mis manos a sus labios y las beso.
- “Renesmee…”- la posición en la que quedaron nuestras manos me permitió ver la hora en mi reloj
- “Corre Jake, o Alice nos mata por llegar tarde”- me levante a toda prisa y él hizo lo mismo, aunque parecía algo desilusionado, cogimos el bolso y salimos corriendo.
- “Nessie”- lo escuche llamarme
- “Abra tiempo después Jake- le dije con una sonrisa en la voz- ahora veamos quien llega primero a casa”- termine mi frase acelerando el paso.
Llegamos a casa para encontrados a mamá y Alice con la abuela en la cocina, la casa estaba impregnada a olor de cebolla y ajo. Me acerque y le di un beso a mi abuela la cocinera, que quiso hacerme probar lo que fuese que estaba preparando.
- “Uy no abuela, que lo pruebe otro”
- “Veamos, vampiro, vampiro, vampiro”- la abuela señalo con la cuchara a las tres mujeres en la cocina. Tenia que huir de probar eso.
- Mire a todos lados, en busca de una salida y allí estaba Jake, ajeno a la conversación- “Abuela, olvidas a un hombre lobo glotón”- dije tirando de él para que encarara la cuchara.
- “¿Por qué yo? los vampiros no cocinan y ¿si me envenena sin querer?”
- “No seas llorón, dudo que la abuela le halla echado algo que no sea de la receta”- a veces era tan infantil, definitivamente a pasado mucho tiempo con Emmett
- “¿Y si me intoxico?”- como si eso fuese una probabilidad.
- “Tu comes hasta piedra”- ya me esta impacientando porque si no lo probaba él, tendría que probarlo yo.
La abuela puso carácter y le acerco la cuchara haciéndola del avioncito, como quien alimenta a bebes. Aunque arrugo la cara en un principio confeso finalmente que lo que estaba cocinando la linda Esme, estaba bueno.
Papá llego a casa con mis tíos, y en lo que me vio en la cocina me guiño el ojo.
De algún lado apareció Alice gritando que ya era muy tarde y que teníamos que empezar a arreglarnos, le dio instrucciones a todo el mundo y mando a papá y a mamá por algo al pueblo mientras ella salía en busca de Cristina.
Sin darme cuenta Rose me había tomado del brazo y me arrastraba a la habitación de Alice, por lo visto la transformación comenzaría.
Antes de que se trancara la puerta vi a Jake entrar en su cuarto, seguramente dormiría un rato.
Rose me llevo hasta la silla, que estaba frente un montón de espejos, mi vestido y lo que usaría esta noche, todo, estaba sobre la cama.
- “Niña, ¿Qué has hecho? Estas hecha un asco”- dijo mi tía quitándome una ramita del cabello
- “Nada, es solo que nos tiramos en los helechos hoy”
- “Siempre tan original el perro- dijo ella llena de sarcasmo- anda a darte un baño, hazme el favor”
Hice lo que me pidió y me deje calmar bajo el agua tibia, nuevamente. Cuando salí de la ducha, me di cuenta de que ya empezaba a caer la noche. Me dispuse otra vez en dirección a la silla, Rose ya se había peinado y maquillado, supuse que se había bañado en su habitación mientras yo hacia lo mismo en esta.
- “Familia ya estamos en casa”- al rato de que Rose estaba trabajando en mi cabello se escucho el grito Alice desde la sala.
- “¿Por qué tiene que ser siempre tan escandalosa?”- dijo Rose moviendo sus manos un poco más rápido
Para cuando entraron a la habitación ya estaba casi lista. Alice le indico a Cristina donde estaba el baño; y ella junto a Rose, terminaron de arreglarme, les pedí que me dieran un momento para comer algo y accedieron siempre y cuando no dañara su obra maestra.
Llegue a la cocina y cogi unas galletas de chispas de chocolate, que también había hecho la abuela; al rato llego Jake también a comer algo, en la casa estaban Emmett, Jasper, Seth, Garrett y Kate jugando frente al televisor; Alice y Rose estaban trabajando ya en Cristina; Leah estaba sentada al frete de la casa sobre el pasto; Carlisle había llegado y pasado directo a su despacho con la abuela.
- “Estas muy linda”- dijo Jake
- “Bellísima, sobre todo arreglada del cuello para arriba y con este mono y una franela gastada, seguro la más hermosa del Baile”
- “Siempre estas bella sin importar que lleves y esa camisa, por cierto, me parece familiar”
- “Claro que si, es tuya”- dije con una sonrisa enorme
- “Lo sé, lo sé- de pronto su tono cambio un poco- ven conmigo un momento”- me tomo de la mano y me dirigió a donde estaba el piano de papá
- “Si daño mi maquillaje me van a matar”
Me sentó en el banquillo del piano y se paro frente a mí tomando mis manos con fuerza.
- “Nessie, te amo como nunca pensé que amaría a alguien y me has hecho saber que puedo ser mejor”- dijo todo eso con una sola toma de aire, me llevo un momento entenderlo, sentí como mis mejillas se encendían.
- “Jake”- dije suave, buscando que me viera
- “Nessie no me imagino estar lejos de ti y no quiero que pienses que cualquier día podría irme- hizo una pausa y tomo aire- Renesmee Carlie Cullen ¿quieres casarte conmigo?- dijo esto ultimo colocando una de sus rodillas en el suelo y sacando del bolsillo de su pantalón una sortija pequeña, no muy llamativa y definitivamente con algunos años- sé que no es de lo más linda pero es lo mejor que te puedo dar por el momento, solo si decides aceptarme”- sus palabras iban acompañadas de sus actos, estaba deslizando la hermosa sortija por mi dedo.
Se escucho un golpe seco en el techo de la casa, pero no preste atención, todavía no encontraba mi voz para decirle al hombre que tenia al frente que si me casaría con él, que huyéramos ahora mismo, para hacerlo oficial; que si “pedíamos prestado” el carro del abuelo estaríamos en Las Vegas en poco tiempo.
Por la casa empezaron a oírse maldiciones y a sentirse la agitación, mis tíos y todos los demás iban de un lado a otro con cierto grado de desesperación; los paneles de acero, que había en las ventanas se bajaron; Leah entro a la carrera por la puerta principal y se escucho el chillido de unos neumáticos en la calzada de la entrada, seguido de las puertas que estaban siendo azotadas.
- “Nessie”- se escucho el grito desesperado de mamá desde la entrada
Jasper y Emmett me tomaron cada uno por un brazo y me llevaron a la habitación de Jake, con él siguiéndonos de cerca, todo estaba pasando muy rápido no sabia bien que era lo que ocurría.
Sentí a mamá pasar a la casa a la carrera, seguida de cerca por papá, que traía el rostro inexpresivo.
- “Sáquenla de aquí”- dijo mamá a Alice que estaba en el cuarto con nosotros, se estaba refiriendo a Crsity.
Yo no entendía ni la mitad de lo que decían a mi alrededor. Se acerco y me encero en un abrazo, podía escuchar el gruñido que tenía atrapado en su pecho. Me soltó y empezó a caminar de un lado a otro, como haciendo un plan.
- “Jacob, sácala de aquí, nosotros podemos distraerlos y ustedes escapan”- hablaba a toda prisa.
- “Mamá”- la llame con voz ahogada
- “No Nessie, nada, se irán en cuanto antes, podremos distraerlos para que salgan- se volvió a Jake para seguir con las indicaciones- Renée tiene algunas cosas para ustedes, por favor no permitas que le pase nada a mi niña”
- “¿Qué tu que?”- interrumpió papá, por un momento pensé que era por lo que había dicho mamá, pero en lo que lo vi avanzar hacia Jake supe que no.
- “¿Qué pasa?”- pregunto mamá prestando un poco más de atención
- “Nada, solo que estos dos acaban de comprometerse”- mamá soltó un gruñido audible para todos y se dispuso a saltar sobre Jake pero se contuvo a tiempo.
- “Si todo sale bien eso lo discutiremos después, ahora tienen que irse”- dijo con voz áspera, tendiéndome un pequeño bolso.
Todos salimos del cuarto, los lobos habían entrado en fase en el medio de la sala y todos en casa llevaban algo más cómodo que vestidos para pelear, abuelo le lanzo a Jake las llaves del Mercedes. Él me tomo de la mano y andamos más rápido por los pasillos de la Mansión, antes de que pudiésemos llegar a la entrada, se escucho como se sellaba la casa, las luces se fueron y se oyó el grito de Cristina, desde la habitación de Alice.
Jake me arrastro hacia la salida trasera y pude ver a nuestro paso como papá y mis tíos caían al suelo, mis abuelos y Jasper iban por la humana; y Garrett, Kate y mamá junto a los lobos, se agazapaban en el suelo, listos para atacar.
Sentí que se me iban las piernas y perdía la conciencia, no sin antes escuchar la voz angustiada de Jake, pedirme que volviera.
2 comentarios:
Wow...
Esuvo padrisimo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Espero no demores con el siguiente cap...
Aunque me gustaria que la pelea fuera narrada poe Edward o Bella o tambien por Alex...
Voy a demayecer aki mismo !!
y tu dices qe no eres buena escritora!
no eres buenaa... eres buenisimaaa! Te Admiro!
*-*
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