Epilogo
(POV Reneesme)
- “Pero solo es un niño, solo quería ayudar, nunca debimos permitir que se quedara… nunca debí permitir que se arriesgara tanto- en la voz de papá, la rabia y el dolor peleaban por ver cual era mayor- Bella…- sus palabras salían ahogadas de su pecho- es mi culpa… si solo hubiese podido estar…”
- “No, Edward, ninguno pudo hacer nada- mamá sostenía su rostro con ambas manos, obligándolo a que la viera a los ojos- él quiso protegernos... hizo lo que creía necesario... y tu hiciste tanto como pudiste, cumpliste tu promesa…te quedaste conmigo”- no pudo continuar porque el dolor era cada vez más evidente.
Y así, como muchas noches, me levante en la soledad de mi habitación, llena de temor gracias a las diferentes pesadillas, solo que algunas eran reales.
Mire al reloj y solo eran las dos de la mañana, sabia bien que no podría volver a dormir, así que, me senté en la cama a esperar que saliera el sol.
Mire al reloj y solo eran las dos de la mañana, sabia bien que no podría volver a dormir, así que, me senté en la cama a esperar que saliera el sol.
Ya había pasado la tormenta y el sol estaba logrando levantarse, tanto como podía, sobre el cielo gris, que se había instalado en la casa. Las sombras se habían cernido alrededor de todos los de mi familia y sobre mi misma, aquel horrible día, donde muchas cosas habían cambiado, donde las cosas habían decidido tomar un rumbo distinto.
Allí estaba, sentada al borde de mi cama, esperando que amaneciera, en la casa de la piscina; parecía que habían pasado años desde que cruce estas puertas, desde que viajamos desde Francia, con la decisión de empezar las representaciones de una hermosa vida, como simple mortales. Supongo que al igual que yo, ninguno pensaba que las cosas tomarían los caminos que tomaron.
Recuerdo, todavía, como habían pasado todo, eran memorias que parecían no querer abandonarme. Mi cuerpo tiende a estremecerse cada vez que me abruman esos recuerdos tan dolorosos, las ilusiones que me mostró, aquella mujer, lo que menos parecían era eso, ilusiones; dejaron un sabor tan real en mi, marcas en mi cuerpo que solo yo soy capaz de ver. Habían, sin duda alguna, quedado grabadas a fuego y me condenarían de por vida.
Todavía mi corazón se encoge, cada vez que despierto en medio de la noche, con las lagrimas corriendo por mis mejillas y los gritos ahogados en mi pecho, creyendo esas pesadillas reales, por momentos deseaba no poder dormir, solo para huir de ellas, por no ver el cuerpo inerte de Jake entre mis brazos.
Todos esos temores, que me atacaban desde la sombras de la casa, se esfumaban en lo que sentía sus calidos brazos rodearme y evaporaba con sus labios las lagrimas que había derramado. Esos momentos me recordaban que tenia que ser fuerte por él, que necesitaba mi entereza para seguir adelante, pero ni yo sabia como seguir.
Aunque creo que todos necesitábamos de esa entereza, papá había caído preso de su propio dolor y mamá no hallaba manera alguna de darle consuelo, incluso mis tíos se habían manchado de ese mismo sufrimiento, era como si hubiésemos perdido más que a un amigo, si lo pienso, realmente, era mucho más que eso. El veneno de vampiro puede obrar grandes milagros, pero parece que el salvarlo no era uno de esos, ni siquiera todos los conocimientos del Abuelo o los ruegos de los otros sirvieron de nada, simplemente habíamos encontrado su cuerpo sin vida.
Poco a poco las cosas se han ido tiñendo de colores más felices –tanto como es posible- pero sin embargo, no brillan de la manera tan esplendida que solían hacerlo.
Retomamos a los pocos días, las rutinas, tan bien como podíamos. Todos en el Instituto preguntaban por que nunca habíamos llegado al baile, aquella noche; pretendíamos haber tenido algo más importante que hacer, una emergencia que resolver - ¿Qué más emergencia que salvar nuestras vidas?-.
Mamá había tenido un primer deseo de que nos mudásemos lo más pronto posible, por fortuna abuelo Carlisle, había borrado de su mente esas ideas, le propuso que viésemos como estaban las cosas y que sospechaba la gente, de acuerdo a eso tomaríamos la decisión.
Sé bien, porque la conozco, mejor incluso de lo que me conozco a mi misma, que su preocupación era el que pensarían Cristina y Cristian, este ultimo no recordaba nada de aquel día y Cristy simplemente se había distanciado, alejándose de mi madre; partiéndole, de ese modo, el corazón, había perdido a una excelente amiga, aunque sabia bien, que era mejor así.
La que alguna vez, fue su amiga, nunca la miraba con odio ni con miedo, papá mantenía las esperanzas de que algún día se acercase nuevamente, porque según él, lo único que esta sentía era dolor, porque a quien creía su mejor amiga le había mentido, había ocultado lo que realmente era. Saber eso solo hizo llorar, sin que su rostro se humedeciera, a mi madre y se negaba fervientemente a creer que pudiese recuperar a su amiga, no quería vivir de imposibles.
Tía Rose forzó a Alice, que al igual que papá se encontraba sumergida en la tristeza del abandono, para que empezaran a hacer las cosas que tanto adoraban, luchando por sacarla de los momentos turbios; empezaron a salir, retomando sus locuras, tanto como podían, y al ver esto Emmett decidió reanudar sus juegos y apuestas aunque no contaba con su compañero de juegos –decía que entrenaba para cuando llegara Jasper-, aunque no con el mismo entusiasmo y todavía estábamos de duelo por la perdida.
Jasper se había marchado a los pocos días del ataque, en parte porque supongo no soportaba el dolor que salía de todos nosotros, las emociones comenzaban a hacerse muy pesadas para él y por otro lado porque se sentía culpable de lo que había ocurrido, decía que su debilidad había manchado la casa de negro.
Jasper se había marchado a los pocos días del ataque, en parte porque supongo no soportaba el dolor que salía de todos nosotros, las emociones comenzaban a hacerse muy pesadas para él y por otro lado porque se sentía culpable de lo que había ocurrido, decía que su debilidad había manchado la casa de negro.
Cada día parecía más fácil, pero yo la verdad, no daba nada por sentado, cuando sabia que nos podríamos derrumbar en cualquier momento.
Lo que nos había ocurrido me hizo dar cuenta de que no era lo que yo creía, ahora estaba aprendiendo a conocerme, siempre pensé, por todo lo que me decían, que era más que especial, ahora me daba cuenta de que no sabia tanto como pretendía y que había que darle a las cosas su justo valor, sin contar que me faltaba una infinidad de cosas por conocer. Había empezado a regocijarme y dejarme arrastrar por pequeñeces a las que ahora le encontraba una gran importancia, cosas que nunca llamaron mi atención ahora me maravillaban.
Aun sentada en mi cama, me di cuenta de los primeros rayos de sol, que empezaban a entrar por mi ventana, por lo que decidí ponerme de pie de una vez. Anoche, había estado un poco triste y como no quería que Jake me viera así, le dije que quería ver si podía dormir sola, claro esta, lo que menos hice fue dormir.
Salí de mi habitación y me alegro el corazón, ver a papá cocinando algo para mi, se le veía mucho más animado, más feliz de lo que se había mostrado desde hace semanas ya –apenas me daba cuenta que habían pasado ya meses-. Le di un fuerte abrazo y él revolvió mis cabellos, cuando me gire vi a mamá en el marco de la entrada de la sala, contemplándonos, le extendí una mano y se acerco para estrecharla en el mismo abrazo, estas cosas solo me mostraban que por más agotada que estuviera de mis propias lagrimas, siempre había algo que podía hacer la diferencia, en lo que me podía refugiar, mi familia era eso para mi, Jacob era eso para mi, era mi escapatoria para salir volando lejos de las pesadillas y todos los temores.
Quedaban en casa todavía Garrett y Kate, que intentaba en todo momento reanimar la vida en nuestro hogar, por lo que habían decidido permanecer, por tanto tiempo como fueran recibidos. En cambio Leah, había salido corriendo el mismo día, después que termino el ataque y no la culpo, yo tampoco querría estar donde había perdido a mi familia.
Recordar eso, humedeció mis ojos y tuve que luchar por mantener la compostura, pero era que su dolor, el de perder a su hermano, me hería profundamente, de pronto las imágenes de su cuerpo contorsionado en el suelo atravesado por una viga de la mesa del comedor, donde había caído llegaron a mi mente, el como perdió la forma de lobo, aquel lobo color arena que tanto había visto correr en torno a la casa y jugar con mi papá junto a mis tíos, para dejar ver su verdadera naturaleza la de un ser humano con habilidades extraordinarias.
Seth había evitado un ataque contra mi madre, que protegía con su cuerpo a mi padre inmóvil en el suelo, exponiendo su propia vida, no creo que pensara que terminaría como lo hizo, que ese seria su ultimo acto, aunque creo que sabia que solo él podía ayudar a mamá, dudo que ella hubiese sido capaz de atacar a Tío Jasper que estaba enceguecido por el olor de la sangre de Cristina, dispuesto a atacar a quien fuese por llegar a su presa.
Sue sufrió mucho con la noticia y el abuelo Charlie la acompaño en todo momento, el servicio fúnebre fue hermosísimo Alice y Rose se encargaron de que fuera así. El día del entierro todos estuvimos allí, pude ver a Leah a la distancia pero en ningún momento se acerco, solo se dio la vuelta y vi sus ropas salir volando mientras se trasformaba.
Seth había evitado un ataque contra mi madre, que protegía con su cuerpo a mi padre inmóvil en el suelo, exponiendo su propia vida, no creo que pensara que terminaría como lo hizo, que ese seria su ultimo acto, aunque creo que sabia que solo él podía ayudar a mamá, dudo que ella hubiese sido capaz de atacar a Tío Jasper que estaba enceguecido por el olor de la sangre de Cristina, dispuesto a atacar a quien fuese por llegar a su presa.
Sue sufrió mucho con la noticia y el abuelo Charlie la acompaño en todo momento, el servicio fúnebre fue hermosísimo Alice y Rose se encargaron de que fuera así. El día del entierro todos estuvimos allí, pude ver a Leah a la distancia pero en ningún momento se acerco, solo se dio la vuelta y vi sus ropas salir volando mientras se trasformaba.
Termine de cruzar el trecho que había entre la casa de la piscina y la casa principal, todos están revoloteando dentro, los chicos jugaban videojuegos, mientras que Alice obligaba a Rose y a Kate, modelar algo para ella y hablaba en voz alta de la urgente necesidad de salir de compras –definitivamente las cosas estaban tomando su carril otra vez-; el abuelo Carlisle estaba ya en el hospital y abuela había salido temprano, con el deseo de encontrar algo para renovar la decoración de la casa.
Pase directo hacia el cuarto de Jake, después de breves saludos y un abrazo estrangulador de tío Emmett. Me detuve por unos segundos en la puerta dudosa de si tocar o no, roce con mi pulgar el anillo que llevaba en mi anular, en la mano izquierda, eso me hizo sonreír ante esa realidad; tome una respiración profunda y me adentre en la habitación; las luces estaban apagadas y una ráfaga de aire, que movió las pesadas cortinas, me hizo dar cuenta de que las ventanas estaban abiertas de par en par.
Me pregunte como era que ninguno me había dicho que no estaba en su cuarto, sabia que no había pasado mucho desde que salio, porque su esencia todavía era fuerte en el ambiente, decidí sentarme, en su sofá, a esperarlo, seguramente había salido a correr un rato, para despejar la mente.Me di cuenta que sobre la mesa junto a mi puesto actual, había fotos de nosotros, de la familia, de los chicos de la reserva, todas regadas y me dedique por un momento a verlas, en ellas se veía tan feliz, había una en la que salía junto a Seth, que acababa de aventarle en el cabeza un tobo de agua helada. Reí por unos segundos, pero tuve que dejar las fotos de lado, porque habían hecho decaer mi humor un poco.
Un papel en la mesa llamo mi atención, estaba surcado por la precaria letra de Jake y llena de tachones de tinta, lo tome dudosa, no quería leer algo muy personal, pero en lo que lo tuve en manos me di cuenta de que me tocaba leerlo y un nudo se hizo al instante en mi estomago.
“Querida Nessie,
Las palabras no son mi fuerte, pero creo que tu podrás sacar de mi un poco de talento en ese aspecto. Quiero que sepas que ni un solo día, desde que te vi, he podido dudar de la verdad de lo que siento y tus besos se han encargado de revelarme una y mil veces que tu sientes lo mismo por mi, eso solo me hace el hombre más feliz sobre la faz de la tierra, ninguno podría sentir siquiera la mitad de lo que siento, de lo que tu me inspiras. Pero hoy el dolor es muy grande, más de lo que podría soportar, necesito alejarme, simplemente correr hasta que mis piernas no puedan más, no puedo estar contigo si no soy capaz de estar conmigo mismo, mi cabeza es un caos, en la que creo, lo único real eres tu mi vida.Prometo volver, solo que no se cuando, necesito controlar lo que me esta pasando, por favor no dudes de mi, a veces creo que tu me tienes más fe que cualquiera, incluso más que yo.Te amo, como nunca he amado a nadie y como nunca seré capaz de hacerlo, porque tu me has llenado y te haz quedado con todo lo que soy.No decaigas, volveré, te lo juro, porque quiero verte caminar al altar vestida de blanco; volveré, porque sé que no podré estar mucho tiempo lejos.Te amo y nunca me cansare de repetírtelo, lo gritare a la distancia con la falsa creencia de que puedes oírme.Gracias una y mil veces por decirme que si.
Tuyo, Jacob”